La Convivencia Humano-Robot en la Era 4.0: Sostenibilidad, Resiliencia y Equilibrio Socio-Tecnológico ( 1a parte)

El nuevo tema propone un análisis crítico sobre cómo lograr una interacción equilibrada entre humanos y robots inteligentes, enfatizando la sustentabilidad y la responsabilidad social. El abordaje de la publicación se estructura en tres apartados con varios aspectos a considerar. En el primero, se aborda los aspectos relacionados con la sostenibilidad en la simbiosis humano-robot, como un ir más allá de la concepción eficientista energética: desafíos ambientales (reducción de residuos versus su huella ecológica por obsolescencia programada); la paradoja económica relacionada con los ahorros en productividad versus costos de reconvención laboral y formación continua (el caso de Universal Robots); y, los modelos circulares, aquellos referidos en las propuestas para fabricar robots con materiales reciclables y sistemas de actualización modular (ej. las experiencias de Robotnik).

Esto nos conduce a revisar los estudios de la Federación Internacional de Robótica (IFR), acerca sobre el ciclo de vida de los llamados "cobots", contrastando por ejemplo, con informes de sostenibilidad de Nexus Integra, el uso de datos de reducción de emisiones en Smart Factories versus impacto de la minería de metales raros.

De entrada la IFR, considera que la sostenibilidad es uno de los temas y definiciones clave. Tanto en sus publicaciones como estudios, la información que se ofrece sobre los temas de actualidad relacionados con los robots y la automatización, se convierte en una importante área de interés para describir la conexión existente entre la sostenibilidad y los robots. Por ese motivo, los líderes de IFR expresan que la visión de que los robots y tecnologías relacionadas (en este caso sería la IA), podrían enriquecer la vida de las personas, mientras ayudan a reducir la carga de trabajo diario. En ese sentido, se prevé que un día, en que humanos y robots puedan por principio, compartir el espacio de trabajo. Es parte de la apuesta de los directivos de IFR, en el cual hacen mención sobre el punto de que la robótica y la sociedad humana puedan coexistir de manera beneficiosa, y de esta manera se impulsaría la innovación y mejorando la calidad de vida globalmente.

Ahora, con respecto al uso de datos por emisiones debidas a la producción de robots, queda entre dicho, porque los estudios de IFR no cuentan con dichos análisis, y es de llamar la atención, en ese sentido, de por qué se tendría que tomar en cuenta, como punto estratégico del diagnóstico realizado en cuanto a sus incrementos potenciales para la industria 4.0, pero deja entonces, aislado un aspecto que tendría que retomarse en mesas de discusión y congresos internacionales, sobre las pretensiones e intenciones reales de estas nuevas industrias 4.0, respecto a la fabricación de robots. 

Y debido a la inexistencia de una normatividad internacional específica que regule de manera integral la fabricación de robots en relación a los puntos señalados arriba (emisiones de gases por uso de datos / explotación de minerales raros), todavía podríamos referir a ciertos instrumentos internacionales que, por ejemplo, podrían servir como marcos generales para ser aplicados en las industrias y empresas aunque todavía con limitaciones significativas. Tal es el caso del Acuerdo de París (2015) que podría usarse para exigir reducciones en emisiones de la industria robótica, pero sin mencionar de manera explícita la tecnología. En ese sentido también, desde lo que ha logrado establecer la Unión Europea sobre la llamada economía circular y la RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos), puede ayudar a regular residuos electrónicos, pero sin abordar la extracción minera o el impacto de la IA.

Por ejemplo, la OCDE (2023) en sus Líneas para Empresas Multinacionales, recomienda prácticas responsables en cadenas de suministro, incluyendo minerales, pero sin ser vinculante. También, podemos observar en el caso de la UNESCO (2024), en su publicación sobre la Ética Global de la IA, se aborda el tema de sostenibilidad en IA, pero sin fuerza legal. 

Las implicaciones de estos vacíos y las consecuencias de no regular a través de un marco internacional robusto, las consecuencias incluirían: a)Impacto climático, para el 2030 la emisión de gases aumentaría por consumo de luz eléctrica global en un 3.2%, según estudio de Strubell et.al. (2019); b) Daño ambiental por minería, por explotación no sostenible de litio y tierras raras, con severa degradación de ecosistemas (ej. los salares localizados en América del Sur o conflictos en el Congo por explotación del cobalto); c) Desigualdad global, sobre todo países en desarrollo que sufrirían los costos ambientales, mientras las empresas tecnológicas se benefician; y, d) Riesgo del "greenwashing", en la cual empresas que podrían autorregularse bajo sus propias normas internas con estándares débiles sin auditorías independientes.

Debido a que la IFR, solo se enfoca en estándares técnicos y de seguridad, ignora la sostenibilidad. Esto refleja un enfoque mercadocéntrico similar a la industria tecnológica en general, que prioriza la innovación sobre regulaciones ambientales. 

A modo e recomendaciones generales para tomar en cuenta en los espacios de discusión internacionales, sería la creación de un tratado vinculante sobre minería sostenible (ej. ampliar lo que indica el "EU Critical Raw Materials Act" a nivel global), donde se comenzaría la batalla legal, jurídica de trascendencia de los que están a favor de la salvaguardia del planeta, y de otros que sirven para las grandes empresas tecnológicas, ya que, su único punto de enfoque principal, serán las jugosas ganancias obtenidas por la fabricación de robots y sobre explotación de recursos minerales.

Dejaremos entonces, para el segundo apartado, sobre el aspecto de la resiliencia tecnológica: ¿Adaptación o dependencia?, con los siguientes subtemas a analizar: la fragilidad sistémica, sobre los posibles riesgos de fallos en IA colaborativa (ej. errores en sensores de detección humana y su impacto en cadenas productivas; el denominado "reskilling" humano, es decir, la urgencia de programas educativos en robótica ética (iniciativas de la Sociedad 5.0) versus brechas formativas en países en desarrollo; y, abordaremos como caso de estudio, el análisis de la huelga de trabajadores de la empresa Amazon (2023) por falta de protocolos claros de interacción con robots autónomos.



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