Memoriza, recuerda y aprende a no olvidar (2a. exposición)

La siguiente exposición relacionada con el aprendizaje, la memoria y el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC), como herramientas potencializadoras posibles de los procesos metacognitivos y de autorregulación, aplicadas en los ámbitos donde sea factible y viable la educación de las personas, grupos y colectividades inteligentes, nos posiciona en otro punto de reflexión tecno-pedagógica alusiva a los orígenes y antecedentes bio-psico-antropo-sociales y culturales directamente conectados a la propia evolución filo-ontogenética del cerebro humano, que no salió de la nada por hechos fortuitos y debido también, a las condiciones físicas del planeta Tierra y sus cambios a través de millones de millones de eones-tiempo. 

Es un proceso de muchas dimensiones y facetas conectadas que se entrelazan, donde, es la información de los impulsos eléctricos sinápticos los que nos revelan en parte de ese graqn almacenamiento evolutivo donde se han activado los mecanismos de los vasos comunicantes internos de los organismos individuales, grupales, sociales, culturales, políticos, económicos, administrativos: sistemas complejos que se autoregulan y se desequilibran cuando no existen las condiciones históricas idóneas, porque nada está aun escrito en la memoria de las entidades de las personas integradas a diferentes estructuras familiares y organizacionales. Eso significa que el acto de la memoria aun permanece en la Caverna, porque no hemos entendido el verdadero sentido del camino hacia nuestra libertad de pensamiento, estamos anclados a una dimensión donde de antemano han preparado la legitimiación y consolidación de formas de poder internas (bioneuronales, conductuales, artificiales, mediáticas, etc.).

El mecanismo orgánico neuronal de la memoria, subyace en el sistema nervioso central (SNC), con el cual la información se conecta mediante receptores sensoriales y a través de las funciones específicas de las llamadas estructuras sucorticales humanas (Gluck, Mercado y Myers, 2009), pero eso todavia continúa en estudios de observación y estudio experimental (con animales y humanos) de esa estructura y función cerebral. A pesar de estos importantes avances, las otras funciones del recuerdo y el aprendizaje, sigue pensándose, que esto se debe en parte, a la relación existente entre la función del cerebro y la conducta como ya lo preveían en sus estudios: Descartes, Pavlov, Luria, Cajal, entre otros. Desde la fenomenología, hubo cierta aproximación, cuando se reflexionaba que esto, mas bien, pertenecía a un tipo de psicología intencional pura, que intentaba realizar una descripción reflexiva profunda de la conciencia, con todo lo que esto implicaba para observar por ejemplo, la denominada vida cogitativa, es decir, la vida de la conducta del yo: lo que quiso aproximar Husserl mediante su método y esquema universal: ego-cogito-cogitarum.

El acto de aprender a no olvidar, dio pauta inminente para saber hasta dónde por ejemplo, realmente podemos estar conectados con nosotros mismos, con nuestra propia consciencia, pero no con nuestra alma, la cual creo pertenece a otro nivel de evolución multidimensional velada para la gran mayoría, aun no percibido por nuestra limitada estructura perceptiva, ni por la posible plasticidad sináptica que puede haber en los cerebros humanos, salvo excepciones, cuando existen casos relatados y comprobados de niños (as), adolescentes, jóvenes y adultos que logran alcanzar otros niveles de capacidades diferentes superiores, con un mayor rango de inteligencia, o con el supuesto desarrollo detectado de menor capacidad de aprendizaje, pero con un alto grado para manipular objetos (telequinesis), descomponer y alterar el espacio-tiempo,  lograr la transmutación acelerada de los objetos en otros puntos distantes al original de inicio, el poder activar sistemas para sembrar formas de memoria ajenas en la persona, realizar visualizaciones remotas para detectar lugares y personas que se encuentran en lugares lejanos, etc., son otros tantos casos que difícilmente son aceptados por la ciencia oficial, porque los tachan de ser cuasi fenómenos que son poco tangibles, observables y medibles.



Por eso, cuando en la escuela y en la universidad aparecen aprendices y estudiantes con este tipo de capacidades, el sistema, de plano, no tiene la capacidad para asimilarlos ni tampoco atenderlos, porque están considerados como casos "especiales", que requieren de ayuda experta y especialista, porque tampoco representan un perfil que pueda ser manipulado y controlado para ser absorvido e integrado al "Matrix-sistema", simplemente son declarados como sujetos que pueden, incluso ser demasiado peligrosos para la armonía y equilibrio del propio sistema implantado desde las instituciones del Estado y de los servicios de inteligencia y seguridad nacional. Estas organizaciones (supraestructuras políticas, policiacas-inquisitoriales y socio-económicas), requieren de métodos y procedimientos donde puedan aplicar normas, leyes, regularizaciones y normatividades para continuar legitimando el poder de las élites (oligarquías nacionales) y mega-corporaciones internacionales al servicio de otro tipo de poder ajeno y contrario al de la humanidad. No es teoría de la conspiración, es parte de los momentos actuales que estamos experimentando en el mundo.

Por eso es curioso que desde las propuestas de educación se quiera borrar de un soplido, la necesidad de activar procesos de memoria en el aprendizaje, porque es una forma simbólica de implementar una estrategia quirúrgica de control social e ideológico sobre la población, a la cual también le quieren arrebatar su propia historia personal y colectiva, por eso se vuelve imperante que el acto de la memoria (¿de qué?, ¿de quién?), el recuerdo (momento objetal de la memoria) y el aprender a no olvidar (la búsqueda de la memoria y el dominio contra si mismo: Ricoeur, 2000). Sean herramientas prioritarias para aprender a aprender.

Pueda ser, que este acto de memoria, se encuentre estratégicamente manipulado desde la formulación curricular y diseño de planes y programas de estudios ventilados y maquillados en pseudo reformas educativas, que sólo protegan los intereses de la clase en el poder, para ejercer de manera cohercitiva bajo esos parámetros oficiales, la capacidad de decisión y resolución de problemas, porque está ya integrada en otros procesos cognitivos, pero no morales, porque están completamente ajenos a la posibilidad de crear y ser libres e independientes en las formas de creer, pensar, sentir, innovar, mejorar para transformar, desde lo que mal o bien se logra realizar en el núcleo familiar, son todas esas palabras huecas retóricas sin sentido que tienen que expresarse y rellenarse ante los medios de comunicación oficial, con estrategias mercadológicas para asegurar que los ciudadanos de a pie, mortales, sigan las pautas y patrones de consumo, y se olviden definitivamente, de quien los puede manejar: como ganado obediente y disciplinado, dormidos (as) como zombies-autómatas que sólo viven la cotidianeidad de acuerdo al horario de verano, aunque esto vaya en detrimento de la propia salud, lo importante, es lograr el mantenimiento de un estado productivo que vaya acorde con las exigencias del mercado globalizado.

  

A pesar de las millones de personas que han muerto por cuestión de la guerra, el narcotráfico, alteraciones en el clima, provocación de todo tipo de eventos terrestres y atmosféricos (geomagnéticos), etc., los dueños del gobierno mundial están a la espera de seguir realizando ajustes hasta que la población pueda reducirse y existan condiciones para retrazar el desabasto de recursos naturales para alimentar y sustentar a las megalópolis donde se transacciona la vida de las organizaciones y de las instituciones que manipulan y modifican las conductas del ente social abstracto del dinero (órgano sin miembros), ahora reducido a su más mínima expresión de info-bits (bitcoins).

Ahí están los reductos del poder en su máxima expresión simbólica, es lo que va a posibilitar que podamos subsistir para los siguientes veinte o treinta años, o se comiencen los preparativos anticipados para una evacuación seleccionada a otros planetas, no es ciencia ficción, es el presente que se construye en estos momentos, el tiempo planificado y previamente preparado. Por eso el hecho de aprender a no olvidar, es para las próximas generaciones, una posibilidad entre otras tantas para atisbar una luz de esperanza real de vida hacia la Fuente...búsqueda hacia otros planos de eternidad y conciencia aun no logrados hasta el momento.


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