La Convivencia Humano-Robot en la era 4.0: Sostenibilidad, Resiliencia y Equilibrio Socio-Tecnológico (2a parte)
Retomando sobre el tema de la llamada resiliencia tecnológica, en cuanto a su posible capacidad de adaptación o dependencia, de entrada nos indica que la convivencia entre humanos y robots, trae consigo una serie de puntos de reflexión que se pueden expresar cuando estas máquinas podrían presentar errores en sensores de detección humana, ¿Qué sucedería, si esto se presenta, por ejemplo, en alguna industria 4.0, cuando existe una presión de tipo comercial que viene dentro de las políticas de la organización y se carece de una reglamentación normativa que delimite con precisión en los manuales de seguridad laboral cómo se podrían atender y resolver problemas en la producción de hardware, o de sucesos acaecidos por desastres naturales, de qué manera se puede recuperar y fortalecer la cadena de producción, o también, si dicha presión proviene de parte de algún gobierno en particular, por el hecho de estar bajo un nivel de guerra comercial a nivel internacional y esto impacta de manera considerable en dichas cadenas de producción?
Se supone existen estrategias, métodos y tácticas para que las industrias que actualmente dedican su producción de robots relacionadas para mitigar las cadenas de suministro cuando esto lo requiera mediante la capacidad de respuesta rápida eficiente a las posibles disrupciones operativas a través de sistemas de planificación y proyección requeridos para ser activados en momentos donde se requiera de un proceso de automatización inmediata que les permitan a estas industrias, adaptarse a los posibles cambios dentro de la propia organización, o debido a causas exógenas (Rendao Ye, Y. Zhang, 2025). Por ejemplo, se menciona que dichas industrias activan sus reservas de inventario de capacidad (ej. instalaciones de producción infrautilizadas, inventario excedente, capacidad de aumento, uso de fabricantes contratados estratégicamente, etc.).
El problema de China, surge en el momento que intentan activar estrategias de "nearshoring", lo cual implica para los fabricantes potenciales intentar acortar tiempos de ciclo de productos terminados (ej. dark Factories), asegurar las cadenas de suministro regionales / locales, un mayor control sobre inventario, lo cual puede resultarles más caro (más actores involucrados y mayor complejidad), eso va a requerir para los empresarios chinos que quieran exportar sus robots, crear mercados internacionales con múltiples proveedores, fuera del escrutinio de EU, donde permanece una actitud particular en defensa de su propias cadenas de resiliencia basadas en las particularidades de manufactura local y regional que permita beneficiar solo a los productores y empresarios del país, sin la intermediación y competencia asiática. Eso ha creado un importante desbalance económico internacional cuando se imponen aranceles entre uno y otro. Tendrá ya que negociar estas políticas en beneficio de ambos y de los demás países.
Los desafíos actuales de estas nuevas empresas de la era de IA, se ubican en cuanto a: variaciones en hábitos de consumo; eventos políticos y económicos (ej. guerras, recesión, inflación); asegurar disponibilidad sin afectar indicadores; la adopción de plataformas digitales (E-Commerce, venta directa); optimizar inventarios; y, consolidar múltiples canales (Omnicanalidad).
En el apartado anterior se hizo hincapié en la necesidad de crear un marco legal internacional que a la fecha es inexistente, aun cuando en el caso de la IFR (Federación Internacional Robótica), operen bajo sus propios reglamentos internos, se supone podrían atender y mitigar esos casos en particular, esto requiere por lo tanto, la urgencia de crear programas educativos en robótica ética, basados en un "reskilling humano", es decir, en programas de capacitación para el desarrollo de habilidades digitales orientadas para comprender en primera instancia, los procesos de fabricación, la administración y gestión de calidad cuando en las industrias incorporan robots fabricados en otros países (ej. fabricantes de China, EU, etc), lo cual significa que en las empresas y en las universidades, los futuros profesionistas que se integran como recursos humanos en estas industrias tendrían que estar entrenados y capacitados para atender bajo sistemas de procedimientos (ej. sistemas expertos para mejorar los errores de las cadenas de producción de fábrica.
¿En qué consisten los programas educativos en robótica ética? Dichos programas buscan formar directamente a estudiantes de las carreras de ingeniería y profesionales en el diseño, desarrollo y uso responsable de robots y sistemas autónomos, considerando implicaciones morales, legales y sociales que aborden temas como: principios éticos en IA y robótica (transparencia, justicia, privacidad no maleficiencia); impacto social y laboral (desplazamiento de empleos, brechas digitales); regulación y gobernanza (leyes y normas internacionales, responsabilidad legal); sesgos algorítmicos (discriminación en decisiones automatizadas); autonomía y control humano (límite en la toma de decisiones de robots).
Ejemplos de este tipo de programas existentes, lo tenemos en el MIT Media Lab (cursos sobre ética en IA y robótica), en la Universidad de Tokio que tienen cursos con módulos relacionados con la interacción humano-robot y dilemas morales en robots de servicio, en Reino Unido, la Universidad Sheffield ofrece una Maestría en Robótica en aspectos éticos y legales, la IEEE Global Iniciative on Ethics of Autonomous Systems, establece estándares educativos para la ética en robótica.
La pertinencia y urgencia de integrar estos programas educativos, dado el crecimiento exponencial de robots humanoides (ej. Boston Dynamics), la creación de drones autónomos, de asistentes personales (Ameca de Engineered Arts), y robots sociales (ej. Peeper de Softbank), estos se están comercializando sin marcos éticos claros. Países como China, Japón y Corea del Sur lideran en estos momentos, la fabricación de robots con inteligencia avanzada, pero sin regulaciones globales.
Los posibles riesgos emergentes que pueden traer estas práctica de fabricación, hasta cierto punto ilícitas e ilegales, solo por atender a parámetros de innovación tecnológica y su interés por abrir nuevas vías de mercado potencial local, regional y a nivel internacional, podríamos observar casos de sesgos en IA con robots que replican discriminación (ej. algoritmos de reclutamiento con sesgos de género), perdida de empleos (automatización sin políticas de transición laboral), seguridad y privacidad mediante la fabricación de robots con capacidad de vigilancia masiva (ej. drones policiales en China). De ahí que la industria 4.0 requiera protocolos para evitar daños en cadenas de producción autónomas (ej. robots colaborativos sin supervisión humana).
Veamos el caso particular de la empresa Amazon que en 2023, los directivos enfrentaron un problema laboral que hizo bastante eco y ruido en los medios y en las redes sociales principalmente. Efectivamente, al decidir integrar robots en sus centros de distribución generó preocupación entre los empleados y la naturaleza del trabajo. Especialmente, cuando los empleados expresaron temor por la pérdida de sus trabajos en esta empresa, justo cuando comenzaba a usarse la IA en sus tareas, como parte de un procesos de reingeniería social, por el hecho de sustituir y automatizar procesos de distribución de productos en sus almacenes de acopio, ello reduciría el uso de empleados y supuestamente mejoraría el proceso de automatización en los almacenes, especialmente en las áreas de atención a cliente y procesamiento de pedidos.
De acuerdo a la perspectiva de los directivos de Amazon, era la de mejorar la eficiencia, de ahí su postura y defensa sobre el uso de la IA y robots, según los directivos esto permitiría a la empresa la creación de nuevos puestos de trabajo, y también reducción de costos en la contratación de empleados, porque ello implicaría a su vez, evitar problemas de seguridad laboral por los tiempos de sobre carga, debido a los horarios de jornada, un punto que dicha empresa no quiso enfrentar. Este tipo de políticas trajo consigo críticas sobre la falta de transparencia en la comunicación con los afectados, lo cual generó movilizaciones sindicales a través de huelgas y paros laborales. Un debate que tuvo que ser negociado, deja un claro ejemplo sobre la necesidad de abrir espacios para el debate y el análisis de fondo sobre las implicaciones que ya son manifiestas en empresas e industrias donde se emplean robots humanoides que en el mediano y largo plazo van a sustituir al capital humano.
En el tercer apartado, el análisis se va a centrar en la búsqueda de equilibrio socio-tecnológico: ética, cultura y pedagogía crítica, que tome como líneas de reflexión los siguientes aspectos: a) la antropomorfización riesgosa (robots que refuerzan sesgos culturales y expectativas irrealistas (ej. proyectos de Robots Dynamics), la necesidad de crear un proceso tecno-pedagógico urgente, basado en propuestas curriculares que no sólo se centre en el estudio de la robótica desde enfoques CTS (ciencia, Tecnología, Sociedad), usando por ejemplo, modelos de IBM en formación dual; b) diálogo para la innovación responsable, es decir, estableciendo principios basados en el marco ético de la Unión Europea para IA (2024) aplicados al diseño de cobots.
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