El Transhumanismo: hacia la era de los androides y robots humanoides

De lo que ya hemos venido abordando en los escritos anteriores, en esta ocasión nos lleva a plantear de las tantas implicaciones sociales y culturales que ya son manifiestas a través de la corriente del transhumanismo, parte fundamental del desarrollo de varios campos disciplinarios de vanguardia: cibernética, inteligencia artificial, bioingeniería, biónica, etc., los alcances derivadas de las recientes investigaciones innovadoras en cada uno de estos ámbitos creados por el conocimiento humano que junto a la construcción de un campo de estudio que sin duda, va a dejar mucho por discutir, polemizar y profundizar desde los contextos académicos, políticos y de las diversas comunidades, ahora interconectadas mediante redes sociales de información y repertorio de publicaciones a favor y otras tal vez en oposición, en contra de esta concepción que va a transformar radicalmente la configuración bio-antropo-socio-comunicacional, parafraseando a Edgar Morin, sobre su gran proyecto epistemológico denominado: El Método, aunque para algunos les parezca, más bien,  una nueva y mera versión del sofismo intelectual académico contemporáneo, deja entrever en ese complejo discurso, el compromiso y la gran responsabilidad que tenemos enfrente de nuestras narices y punto de observación, con lo que va a ser posible de convivir un día de estos no muy lejano, cuando nos estemos comunicando con androides y robots humanoides, me trae en el recuerdo, dos series de ciencia ficción que ya pueden considerarse de culto mediático, me refiero a Battle Star Galactica y otra no muy reciente, Caprica, donde se desarrolla una historia en la cual, tal es el avance científico y tecnológico que ya existe la posibilidad de diseñar prototipos biocibernéticos llamados Cylons, máquinas perfectas que deciden de manera definitiva, tomar el control y adueñarse prácticamente del planeta Caprica para esclavizar o destruir a los humanos, emularse y tratar de ser igualmente humanos con la posibilidad de reproducirse y crear una nueva raza sin humanos, punto de inflexión para ser tomada en cuenta en nuestra práctica reflexiva tecno pedagógica, es decir, ¿qué tenemos que aprender de todo esto y cómo tendríamos que prepararnos como sociedad?, en caso de que pudiéramos llegar a ese punto de nuestra evolución como especie y raza.

A propósito y a modo de ejemplo reciente, la empresa Google acaba de anunciar a través de un promotor, Andy Rubin, experto en tecnología electrónica que había, hasta hace poco tiempo, trabajado en el proyecto de Android, pero ahora iba a colaborar con mucho entusiasmo en Google para desarrollar un ambicioso proyecto en el cual se piensa crear robots humanoides ( recomiendo checar en esta liga: http://nyti.ms/18mE5oJ, con el que se espera puedan ser útiles estos máquinas-hombres ( si así los podemos identificar), para situaciones concretas, pero que a la larga van a ir sustituyendo el trabajo manual realizado hasta el momento por humanos, la era de proletariado y del cognitariado estará pasando de moda histórica para adentrarse en una nueva etapa que podríamos denominar como "transhumanoriado", juego de palabras únicamente, pero sin duda tendremos que tomarlo con cierto recato y seriedad, dado la gravedad del asunto que le compete a la humanidad en esta fase de su evolución y de su futuro inmediato.

Lo que fue parte de una novela y best seller de ciencia ficción en la cual se aborda el tema de la convivencia de los robots en una sociedad futurista, tal como lo planteó Isaac Asimov con su obra: "Yo Robot" y posteriormente llevada al cine hollywoodense, comienza a tomar realidad en pocos años cuando ya estemos en permanente compañía con estas máquinas inteligentes, autónomas, pero supuestamente controlados por una super estructura y entidad, organización, etc. que va a regir sus comportamientos y su integración en la sociedad, en esa no tan utópica estructura social del futuro. Los actuales promotores de esta concepción transhumanista esperan que se concrete y sea una realidad para dentro de un par de años más, lo que aquí he venido anotando, esto fue ya expresamente configurado y redactado por los miembros integrantes promotores de esta concepción, desde 1998 (s. XX) por la llamada Declaración Transhumanista en la cual se expone los siguientes principios filosóficos:

1. La humanidad va a permanecer profundamente afectada por la ciencia y la tecnología en el futuro, de ahí la necesidad de ampliar el potencial humano, abatir las deficiencias cognitivas, el sufrimiento involuntario (causado por malformaciones hereditarias o enfermedades) y nuestro confinamiento en el planeta Tierra.
2. Creemos que el potencial de la humanidad es aun irrealizable, pero existe la posibilidad de crear escenarios posibles que van a llevar a posibles y mejorables condiciones de vida (humana).
3. Reconocemos que la humanidad se enfrenta a riesgos relacionados especialmente con la mala utilización de las nuevas tecnologías. Hay posibles escenarios realistas que llevan a la pérdida de la mayoría, o incluso la totalidad, de lo que tenemos de valor. Algunos de estos escenarios son drásticos, otros son sutiles. Aunque todo el progreso es el cambio, no todo cambio es progreso.
4. Es necesario un esfuerzo en el campo de la investigación para invertir en la comprensión de estas perspectivas, por eso tenemos que deliberar de manera cuidadosa para reducir los riesgos y acelerar las aplicaciones beneficiosas. También necesitamos foros donde la gente de manera constructiva pueda discutir lo que debe hacerse, y un orden social donde las decisiones responsables pueden ser implementadas.
5. La reducción de los riesgos existenciales, y el desarrollo de medios para la preservación de la vida y la salud, el alivio de los graves sufrimientos, y la mejora de la previsión humana y la sabiduría deben perseguirse como prioridades urgentes, y en gran medida financiados.
6. La formulación de políticas debe ser guiada por la visión moral responsable e inclusivo, a tomar en serio a la vez oportunidades y riesgos, respetando la autonomía y los derechos individuales, y mostrando su solidaridad y preocupación por los intereses y la dignidad de todas las personas en todo el mundo. También debemos considerar nuestras responsabilidades morales para con las generaciones que existirán en el futuro.
7. Abogamos por el bienestar de todos los seres sintientes, incluidos los seres humanos, los animales no humanos, y cualesquiera futuras inteligencias artificiales, las formas de vida modificadas, u otras inteligencias para que el avance tecnológico y científico puede dar lugar.
8. Estamos a favor de permitir que los individuos tengan una amplia elección personal sobre la forma en que permiten a sus vidas. Esto incluye el uso de técnicas que se pueden desarrollar para ayudar a la memoria, la concentración y la energía mental, terapias extensión de la vida, tecnologías de elección reproductiva, los procedimientos de la criónica, y muchas otras tecnologías de modificación humana y de mejora posibles.

Después de que lean con atención estos aspectos que vienen a conformar la visión filosófica del transhumanismo, muchos se van a atrever a preguntar: ¿Pero, que hay detrás de todo este maravilloso discurso?, ¿cuáles son las verdaderas intenciones no declaradas que están en el trasfondo y entre líneas de esta Declaración?, ¿cuáles serían algunas de las posibles implicaciones sociales, culturales y educativas que se pudieran derivar de sus aplicaciones en el futuro inmediato? Bueno lo que si es cierto para el caso concreto del ámbito educativo, es que va a ser falta la creación de nuevas profesiones y carreras asociadas a todos estos campos de la nueva ciencia y tecnología del siglo 21, el futuro profesionista con perfil transhumanista tendrá que estar formado y capacitado en varios campos disciplinarios, multidisciplinarios y transdisciplinarios, donde exista una configuración curricular bastante ambiciosa, donde exista una exclusiva selección de recursos humanos, parecido a como lo plantea la película de ciencia ficción: "Gattaca", donde sólo seres humanos dotados con mentes y cuerpos modificados previamente por la bioingeniería va a ser capaces, por ejemplo, de viajar a las lunas de algún planeta lejano. Es decir, nos deja en nuestra reflexión que aquí en este espacio del Blog compartimos, con el propósito de abrir y conectar a través de la cibercultura de las redes sociales, este tema que sin duda, sólo va a ser el inicio de una nueva etapa de la humanidad, pero donde existe entre otras cosas, el riesgo de la exclusión y división entre humanos normales, humanos con discapacidades, super humanos, androides o robots humanoides, nueva categorización antropológica y taxonomía que a veces se puede antojar a una visión neo-racista, de selección ahora artificial dominada y desarrollada por la bioingeniería transhumanista. 

Ya veremos más adelante sobre estos avances y logros, pero también estemos en alerta y sospecha permanente, sobre todo por la salvaguardia de nosotros y nuestras familias y amistades, por las dichosas instituciones creadas, porque a lo lejos ya se comienzan a escuchar zumbidos y sinfonías programables que en caso de caer en "malas manos", las consecuencias serán no solo inimaginables, también imperdonables.