Metamorfosis del acto didáctico (1a. parte)

" Auxíliame, padre mío, si los ríos tenéis poder divino; transfórmame y haz que yo pierda la figura por la que he agradado tan excesivamente. Apenas terminada la súplica, un pesado torpor se apodera de sus miembros, sus delicados senos se ciñen con una tierna corteza, sus cabellos se alargan y se transforman en follaje y sus brazos en ramas; los pies antes rápidos, se adhieren al suelo con raíces hondas y su rostro es rematado por la copa; solamente permanece en ella el brillo..." (Ovidio. "Dafne se transforma en laurel": Las Metamorfosis).




Con este nuevo escrito pedagógico reflexivo estructurado en dos partes, abordamos un tema relacionado con los mitos de las metamorfosis humanas como actos volitivos de transformación moral, pero también, en su relación directa con los actos de enseñar y aprender. Sus múltiples posibilidades en los que se ven involucrados los dos agentes de la educación: docentes que enseñan y los que se encuentran en el proceso de aprender. El mito narrado de manera poética por Ovidio, es un referente extraído del pensamiento greco latino, que nos obliga de nuevo, a revisar desde un enfoque de comprensión e interpretación crítica la enseñanza: ¿realmente transforma a los individuos que se dedican a educar?, ¿por qué el acto de educar, se ha ha convertido desde siempre en un acto violento que atenta contra la libertad del otro,  de su auto transformación?, ¿entonces, enseñar y aprender es también un acto doloroso de de metamorfosis, de estructura de los individuos, o es algo más que ese mero acto?, esto incluye a los padres de familia y a todos aquellos profesionistas que inculcan y/o promueven el acto de educar mediante métodos de enseñanza, mediante el uso de la didáctica como herramienta que organiza las actividades dentro del espacio del aula y del ámbito escolar, universitario, o de capacitación laboral. El hecho está ahí, registrado por ese binomio y relación entre estos agentes. 

Veamos pues, de lo que tratan las metamorfosis, dentro de esa compleja dinámica y estructura de comprensión e interpretación de los mitos que Ovidio nos deleita y nos conduce a una obligada mirada retrospectiva e introspectiva, objeto de estudio multidisciplinario latente por las ahora llamadas neurociencias, entre otros campos que se van integrando para resolver la gran incógnita de la especie humana, el origen y evolución del pensamiento desde diversos ángulos y facetas geométricas, filosóficas, perennes e imperecederas. Ahí comienza a deducirse ese gran misterio, una invitación para quienes todavía tienen que ofrecer y realizar propuestas innovadoras pedagógicas en este siglo de grandes retos y transformaciones.Comencemos con la introducción de lo que aquí será tratado y compartido.

Introducción

Las transformaciones evolutivas e históricas de la imaginación en términos de humanidad, traen consigo implicaciones existenciales de gran envergadura apenas percibidas por el campo de la ciencia contemporánea, requieren por lo tanto, de otro tipo de explicaciones y entrenamiento relacionados con el mundo de la conciencia mitológica, relación entre el mundo sensible y el mundo inteligible para construir las decisiones y desarrollar posibles acciones (Ponce Rivas, 2001). La narración creativa e ingeniosa del poeta Ovidio se convierte en el instrumento central para orientar de manera acertada las transformaciones corpóreas (los sentidos dionisíacos) a las transformaciones cognitivas (desarrollo de las habilidades del pensamiento), y por lo tanto, del objeto de conflicto entre los saberes cotidianos de aquéllos (as) que se dedican a educar; es justo donde aun no se alcanza reconfigurar la metamorfosis de los individuos que dicen y afirman transmiten conocimientos por la vía de la información: oral y escrita (ahora mulimediática), a través de la cultura establecida oficial y de la educación, pero es de forma particular donde los actos didácticos como supuestos dominios y competencias de los individuos que aun se encuentran en proceso de construcción de los conocimientos, mediante el auxilio y orientación de un determinado proceso metodológico de enseñanza, esto confirma la imperiosa necesidad de analizar desde un punto de vista interpretativo y crítico el desarrollo de la historia que ha sido explicada con base en el dominio de dos métodos: inductivo-deductivo y comparativo (Gadamer, 1975). 

Simplemente porque dichas transformaciones no pueden estar sujetas a un patrón progresivo de leyes y normas, que al parecer, sólo podrán alcanzarse, siempre y cuando dichas representaciones simbólicas de los mitos transmitidos por la enseñanza y lo dicentes tienen la posibilidad de interpretaciones inmediatas de los propios actos ejecutados, los afectos y voliciones (Cassirer, 1964) que sean compartidos con los otros que aprenden.

Las llamadas metamorfosis son consideradas por los biólogos como cambios de estructura, pero también incorporan mudanzas y transformaciones entre los sujetos que intervienen y son partícipes de tales actos internos que los convierten en otros estados y estructuras diferentes, porque ni siquiera anteceden o se percatan de lo que fueron en términos de semejanza parental y similitud (convenientia y aemulatio; Foucault, 1968). Lo que va a convertirse como destino, a veces fatal, llenas de dolor, desesperación y angustia. No existe la posibilidad de redimirse y salvar la propia integridad, es así como lo narra la poesía mitológica de Ovidio en sus Metamorfosis. Este texto siempre procura manifestar al lector una multiplicidad de eventos interrelacionados, no pueden mostrar que la realidad y el reflejo proyectado de las imágenes visualizadas de los dioses y semidioses, elementales y demás relatoría fantástica mantienen un código oculto, negado para la gran mayoría, el cual llega incluso, a desorientar y confundir lo que supuestamente está contemplado y considerado como única vía para promover un supuesto entendimiento racional cuyo propósito, será únicamente la comprobación y verificación de hechos contundentes, resumidos a través de un largo y tedioso trabajo de investigación y experimentación, esto deberá ser reproducido cuasi fielmente en las aulas de educación básica y aun en las universitarias. 

Pero cuando resurge la posibilidad de activar la dimensión mitológica como herramienta potencial para generar nuevas formas de enseñar y aprender, es cuando se podría lograr que la proyección del conocimiento sea igualmente diferente como atributo necesario de la comprensión del mundo real; porque este adquiere una serie infinita de simbolizaciones y decodificaciones interpretativas, en cuanto se pueda apropiar por lazos sólidos y siempre secretos de la semejanza o de la infinidad, punto clave del origen del enlace de los signos (Foucault, 1968), que pueden compartirse y comunicarse entre estos agentes de la educación.


El ejercicio de la comprensión sobre este texto poético clásico, obliga por un lado, al desarrollo de las capacidades de análisis e interpretación críticas, implica en segundo término, adentrarse en un conocimiento del mundo, realizar un rompimiento con lo inmediato y natural, para adentrarse en un proceso cosmogónico, donde lo mítico se legitima y da prueba de su validez objetiva, un acercamiento al logos (como elemento de la gnosis o conocimiento), porque es parte del poder que el lenguaje llega a ejercer en las esferas de la llamada paronimia, circunstancia para designar representaciones enteramente distintas, pero con un mismo origen o principio, vista desde su causalidad; determinismo clave para auscultar desde el ámbito de la significación interna, la palabra y el lenguaje de esta manera construidos poéticamente, el propósito es provocar en el otro la reconstrucción de lo metafórico (Ricoeur, 1980) en su difícil trayectoria de permanencia a través del acto de la enseñanza, su organización estratégica del aprendizaje, como otros principios de búsqueda permanente para lograr su propia perfección didáctica, como cualidad transformadora de la educación, legado cultural donde supuestamente debe ponerse a disposición libre y gratuita de todos (as), al menos eso quedó sellado en la Didáctica Magna de Comenio, campo de estudio orientado a la comprensión del acto didáctico y de la pedagogía, como legado para conocer y aplicar frente a la confusión, el desorden y la corrupción reinante (mito de la Gorgona), su propósito será entonces, la enmienda o pansofía de los asuntos humanos considerados como caleidoscopios de la cultura (Aguirre Lora, 1997, 2001).

La reflexión y análisis del texto, se estructura en dos partes. En la primera, se aborda el estudio de algunas metamorfosis seleccionadas y consideradas como las más pertinentes para comprender mediante estas analogías interpretativas, como el acto didáctico está incluida en esa misma metamorfosis, y lo que esto implica en un contexto contemporáneo, donde ahora se utilizan tecnologías de información y comunicación en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y se orienta para entrenar a los aprendices en sus competencias digitales. Pero los ejercicios de reflexión y de posible confrontación en ese acto didáctico entre el docente y los estudiantes, se arrebata y se concreta en cumplir con desarrollar contenidos, pero no logra perfeccionar el cambio de actitud o siquiera transformar sus capacidades cognitivas para aprender a aprender, es decir, no se logra su metamorfosis como cambio de estructura psíquica, sólo reproduce actos de aprender a través de lo que el docente instruye, transmite y enseña mediante métodos didácticos, con el solo objetivo de observar, medir y cuantificar el simple desempeño de las supuestas competencias logradas como resultado de su aprendizaje: una maquinaria perfecta para capacitar y entrenar, pero no para transformar, ese es el reto para realizar ejercicios y actividades que promueve, genera y media el docente, debería contener la riqueza del lenguaje metafórico, mediante manifestaciones de apariencia mítica, es decir, a través del uso de los símbolos concatenados en una estrategia del discurso (Ricoeur, 1980). 

Quiere decir, que para establecer vínculos metodológicos directos de enlace o puente de comunicación, traslado y transferencia de conocimientos entre el docente y los estudiantes y hacia los ámbitos propios del discurso didáctico tendría que ser convertido en acto y praxis de transformación y metamorfosis interna y social.

Si las metamorfosis están con nosotros a lo largo de nuestra existencia , en el corazón y en nuestra propia alma, ahora identificada como conciencia que nos acompaña y galopa a nuestro lado, sin habernos percatado siquiera de lo que podríamos percibir de sus potencialidades para regenerar y reconocer nuestros propios actos personales, colectivos y mundanos, es un aspecto que puede peligrosamente quedar fuera de nuestro alcance (percepción cognitiva profunda y fenomenológica), debido a ese malestar de la cultura contemporánea, ruidosa, mediática y compulsiva de las redes sociales, la antropología del inconsciente individual freudiano, y el imaginario colectivo quedarían resguardados en estos tiempos de de guerra, convulsión  y crisis recurrente, si no atendemos esta situación desde nuestras familias, en las escuelas, los lugares de trabajo, ocio y diversión. Corremos el riesgo de perder de manera gradual esa posibilidad de transmutarnos hacia nuevas estructuras de metamorfosis, aunque este acto de cambio sea doloroso y angustiante, tenemos que estar preparados para estos eventos. Esto es apenas el principio, en la segunda publicación abordaremos con más detalle estos aspectos aquí reflexionados y expuestos por el momento.


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