Mitos, Retos y Desafíos de las Neurociencias y el Aprendizaje (2a.parte)



En la publicación anterior que fue más bien una introducción sobre lo que se ha desarrollado en el campo de las neurociencias y sus diferentes aplicaciones, investigaciones y estudios, como de sus posibles realizaciones en el ámbito militar estratégico de parte de las grandes potencias mundiales. En esta ocasión, le dedicamos al asunto sobre los denominados "neuromitos" que existen y se han extendido de manera especial en el ámbito de la educación y de las instituciones escolares, universitarias y algunas del sector empresarial, donde todo es parte de un discurso bien armado y construido desde las propias instancias de los que se dicen ser "neurocientíficos" y otros que son de forma paralela afines a estos campos de estudio. 

Me refiero a la psicología, psiquiatría general y especialmente a la llamada paidopsiquiatría, y en en esa misma línea también tenemos registrado evidencias no comprobadas ni veraces de parte de estudios y aportaciones de la psicopedagogía, que de manera paralela han incursionado en los estudios del cerebro para intentar explicar por ejemplo, problemas de conducta y de aprendizaje que se pueden presentar en niños pequeños, niños en edad escolar básica (preescolar, primaria y secundaria), adolescentes, cuya estructura y estudio de sus funciones cerebrales, han dado cierto motivo particular para ser estudiados desde este campo, pero pocos son los resultados que verifiquen su veracidad y confiabilidad de los resultados obtenidos. A continuación enlisto los neuromitos que han impactado de manera significativa, tal como lo describen dos autoras, Hilary Rose y Steven Rose (2016), si fue parte del boom comercial que trajeron consigo las industrias farmacéuticas en la década de los noventa (s.XX), cuando se comenzaron a producir medicamentos y fármacos para atender problemas de demencia, entre ellos, el Alzheimer, a través de estudio a ratones de laboratorio principalmente, donde se derivo posteriormente a establecer analogías entre ratones y humanos para determinar tal o cual enfermedad, todavía está en el debate entre promotores y detractores. Eso mismo sucede con la mosca de la fruta, de la cual también se ha deducido que en sus estructuras neuronales se pueden localizar funciones que pueden manifestar algún desorden o deterioro en el proceso de información sináptica, y eso se transfiere a humanos que manifiestan algún padecimiento de tipo mental (cognitivo), de aprendizaje, o de conducta. Muestro en este gráfico, los neuromitos más representativos que hasta el momento se han propagado entre la población, y muy especialmente entre los educadores y expertos de la psicología educativa y disciplinas afines.



También existe la creencia que entre estos círculos selectos de neurocientíficos, existen evidencias de poder explicar por ejemplo, cómo se podrían derivar algunas funciones del sistema cerebral y neuronal que descifren qué y cómo se puede originar el aprendizaje, pero cuando estos resultados han querido traspolarse al espacio del aula, simplemente no coinciden o están ajenos al contexto real sociocultural de los alumnos y de las verdaderas razones y situaciones de por qué existen diferencias entre un alumno y otro, por edad y por sexo, a la hora de intentar explicar cómo resuelven problemas o llegan a tomar decisiones sobre ciertas situaciones personales o grupales. 

Si como señalan estas autoras, los años noventa son considerados como la Década del Cerebro, esto trajo consigo una gran cantidad de fusiones entre la ciencia genética, la tecnología digital, también trajo otro tipo de problemas peculiares que dio significado para que entre las diversas comunidades de expertos y especialistas se confrontarán en foros y congresos internacionales, si estaban dadas ya las condiciones de la investigación neurocientífica para informar y publicar abiertamente que ya se había encontrado la casi totalidad de las raíces neurológicas y neurofisiológicas que podían asociarse al campo de la psicología y sus derivados subcampos de la educación y el aprendizaje, lo cual supuso, entre otras cosas, que se comenzaran a publicar artículos y libros y desarrollar cursos, talleres, diplomados y hasta posgrados, sin mencionar la cantidad de materiales supuestamente didácticos para ser posiblemente aplicados en el espacio del aula, los cuales podrían diagnosticar problemas de aprendizaje y conducta, pero con un nivel bajo de confiabilidad y comprobación; por otro lado, se supone podrían formar profesionalmente en el campo de las neurociencias aplicadas a la educación y al aprendizaje a docentes del nivel básico y otros de medio superior y universitarios. 

Ahí, es desde ese momento del boom neurocientífico, que aparecieron organizaciones y asociaciones que hoy en día se anuncian en las redes sociales, que te invitan a probar y luego venderte su productos para mejorar y fortalecer tus funciones cerebrales y de este modo adquieras algunos super poderes mentales y cognitivos más arriba del estándar normal de aprendizaje, entre otros espejos hipnotizadores productos de la mercadotecnia, justo como lo fue en su momento, la llamada Programación Neurolíngüística (PNL) que fue todo un fenómeno entre las clase directivas de los empresarios que requerían ser fortalecidos emocional y afectivamente para que lograran ser más empoderados, propositivos y creativos en sus organizaciones. De ahí se produjeron y vendieron libros de dudoso origen, porque no estaban respaldados con ninguna evidencia seria desde las neurociencias, sólo fue un producto de venta o best-seller y de ahí no pasó nada. 


Pero hoy en día, justo en el 2020, se tiene contemplado iniciar un proyecto ambicioso denominado Programa Horizonte 2020 de Tecnologías Emergentes y de Futuro (FET), donde se promueve de parte de sus patrocinadores, la pretensión de impulsar un proyecto neurocientífico que dará mayor impulso a la llamada Inteligencia Artificial en sus diferentes y diversas aplicaciones en distintos campos de investigación y producción. Esto nos da a entender que esto va en serio, y quieren que la sociedad contemporánea (sociedad líquida), se convierta gradualmente en una entidad automatizada y programable, tal como lo presenta la serie distópica "The Feed" en formato de TV por Internet (Amazon Prime), la cual recomiendo revisar y analizar a profundidad, por los impactos que hay muestran en el futuro inmediato. queda por lo pronto, revisar los retos y desafíos que puede plantearnos las neurociencias y su posible vínculo a la educación, pero más próximo con el aprendizaje, eso vamos a reflexionar pros y contras de este tema en la última tercera parte.

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