Conciencia virtual: Más allá de la muerte y la distopía tecnológica (1a. parte)

El presente artículo pretende ser parte del análisis de una serie de ciencia ficción que acaba de estrenar el canal de Amazon Prime en Internet, "Upload", donde te reta a pensar e imaginar, la situación cuando te enfrentes a la muerte, decidas tú o tus familiares y seres queridos, qué hacer con tu conciencia separada de tu cuerpo, porque es justo donde ahí se localizan tus memorias y recuerdos almacenados que obtuviste a lo largo de la vida, entonces existe una empresa llamada Horizen que está encargada de ofrecerte varios paquetes para que ahí resida lo que pudieron rescatar de tu conciencia, y te lleven a un lugar como el que se desarrolla en esta serie: "Lakeview", donde existe un hotel de lujo a las orillas de un río y un paisaje de bosques y montañas, muy típico de los lugares de descanso y recreación en EU, sólo para gente con muchas posibilidades económicas holgadas. El más allá se vuelve en negocio de compañías que te ofrecen servicios para disfrutar de escenarios de acuerdo a tus posibilidades económicas, si tienes como pagar esa estancia eterna, perfecto, ya la hiciste, pero si careces de estos recursos, te bajan a un nivel 2 o 1, dónde prácticamente lo único que te queda, es esperar tu extinción definitiva y no tener la oportunidad de acceder a esa eternidad artificial controlada por un programa de realidad virtual y de inteligencia artificial (IA), lo paradójico de esta situación, es que también te enfrentas a tus ideas, pensamientos, vivencias, dolores y temores mentales adquiridos durante tu vida, y todo eso recreados por un programa sofisticado de última generación tecnológica, propia de este siglo pero en etapa avanzada.




Es en resumen, parte de lo que esta distopía televisiva de cable plantea; si embargo, quedan muchos cables sueltos de esta escenografía artificial, que a lo largo de los 10 primeros capítulos la audiencia puede degustar, de lo que sin duda es ya la primera temporada de la serie; y depende de las críticas, si tiene la posibilidad de continuar con una segunda temporada, donde se va a ir desentrañando la trama que está detrás de todo ese mundo de conciencia virtual, considerada como una especie de razonamiento moral que toma como principios de su construcción ética tres enfoques teóricos: el deductivismo moral, que utiliza planteamientos derivados de la lógica-matemática para lograr mayor certeza de sus afirmaciones morales; el inductivismo moral, que deriva normas como recordatorios de las experiencias morales singulares paradigmáticos y de máximas particulares prudenciales que son de difícil solución para los individuos, porque simplemente carece de instrumentos para criticar, arbitrar y superar esas mismas tradiciones morales: las disputas morales irreconciliables; y, el coherentismo moral, el cual plantea que el problema de la justificación moral, es una cuestión de mutuo apoyo entre muchas consideraciones relevantes a distintos niveles, es decir, el intento de justificar una teoría moral coherente que permita establecer juicios morales de las personas, proponer conjuntos de principios y formular teorías congruentes acerca de la moral humana.

Esto plantea una serie de cuestionamientos en paralelo, si gracias a los avances multidisciplinarios de las neurociencias y de la tecnología informática, están en la entrada de una nueva fase, donde el concepto de conciencia, es un elemento componente que puede rastrearse, identificarse y estudiarse con detalle y a profundidad, o estamos en la antesala de una fase introductoria de lo que se construye en el aquí y en el ahora, donde los bucles del espacio-tiempo, se convierten en más que un simple juego de dados, y de igual manera, nos indica que estamos en la primicia de una evolución dolorosa, atrevida y expectante de saber sobre la existencia de un más allá, aunque esta sea simulación artificial, y es una parte extensible de nuestra psiquis humana, que como veremos en la segunda parte del artículo, nos depara un futuro con varias aristas y vértices, como búsqueda de ese caos y turbulencia, entre nuestra auto extinción como especie, o es parte de una prueba fundamental de supervivencia trascendental y eterna, o es como lo plantea Ken Wilber, en su texto de "Sexo, Ecología, Espiritualidad", es parte de un tipo y problema de jerarquía, de separación, de juicio dominante patológico y de explotación de las personas, grupos y comunidades, para dar paso a un nuevo paradigma, que no sólo se reduzca a eso tan burdo que ya anuncian las élites del poder como Nuevo Orden Mundial, eso tendrá que ser transformado en algo mejorado y espiritualmente más integrado a nuestra conciencia humana.


Comentarios

Entradas populares