Viaje afuera y adentro del cerebro: ¿reflexión del eterno retorno o paradoja eterna? (1a. parte)

En esta nueva publicación que vamos a desarrollar, dividida en tres partes, parte de una idea que empezó justo hoy que me desperté y levanté de la cama, preparé mi primera tasa de café y me dispuse a trazar en un cuaderno de notas, de lo que se me venía en mente, y fue esto que surgió de ese chispazo en mi mente y anoto como título: "Viaje afuera y adentro del cerebro", al cual agregué un planteamiento que podría relacionarse con un tema que fue, en sus momento histórico social, abordado por Nietzsche como concepción filosófica y visión circular del tiempo: "el eterno retorno", donde los pensamientos, sentimientos e ideas de vez en vez, se repiten de manera infinita e incansable, hasta que la humanidad despierte y se de cuenta y rompa su evolución primigenia y pueda lograr ese nivel de suprahumano (superhumano); misma idea expuesta anteriormente por el pensamiento clásico de los llamados estoicos, la cual plantea una repetición del mundo dónde éste se extingue para volverse a crear; y por Mircea Eliade, estudioso filósofo de la religión comparada, que concibe ese mismo eterno retorno como parte de una creencia religiosa universal que le permita a esta humanidad regresar de nuevo a esa edad mítica dorada, a través del mito y el rito, aspecto que será retomado posiblemente en la segunda parte.
 

En ese mismo planteamiento se agrega si esto también puede concebirse de manera aproximada como parte de una "paradoja eterna", o también conceptualizada como "paradoja de la recurrencia o reversibilidad" cuyo significado y descripción podría estar concatenada y vinculada posiblemente, a ciertos principios y postulados derivados del campo desde la teoría de la física mecánica a la física cuántica, o también del marco teórico planteado desde la visión llamada del pensamiento complejo desarrollado por Edgar Morin, Maturana y Varela, Capra, Prigogine, Poincaré, Sheldrake entre otros que haremos referencia en esta publicación.

Por motivos de estructura y metodología de esta nueva reflexión, la dividiremos e identificaremos desde varias dimensiones: una dimensión filosófica comprendida por un pensamiento derivado de la hermenéutica, y la fenomenología metafísica; una dimensión basada en las neurociencias cognitivas y propias del campo de la psicología cognitiva, que atienda los estudios de la memoria, la neuroplasticidad y la conciencia como elementos integrados a un proceso de comunicación e información intraneuronal (actividad de redes sinápticas); una dimensión antropológica cultural, que permita dar explicación a los sistemas de representación simbólicos, como son los sueños relacionados, con la imaginación y la magia, considerados como actos rituales y creación de mitos (mitocrítica y mitoanálisis) y parte fundamental de una epigenética cultural; una dimensión que hemos denominado como cuántica, que hace mención sobre estudios relacionados con los llamados campos mórficos, campos emergentes, considerados estos como partes de una dimensión compleja holonómica; y, por último, una dimensión que también hemos denominado mística, que tiene relación directa a todas aquellas prácticas que le han permitido a ciertos personajes, trabajar intensamente en su camino hacia niveles de espiritualidad, como es el caso de la vida y entrenamiento de los monjes budistas tibetanos, o el camino de los místicos santos del sufismo islámico, que consideramos son parte de un camino que les permite lograr vivir una tradición de conocimiento perenne, como también lo concibió en sus escritos René Guenon, o el pintor estudioso del esoterismo místico y escritor viajero del "Mensaje Reencontrado", Louis Cattiaux. 

Son en sí, mis fieles guías y acompañantes en este viaje afuera y adentro del cerebro, como intentaremos tejer y bordar, pero sabiendo de antemano que en ese trayecto podríamos tener encuentros con otros personajes célebres como el místico sabio Gurdieff que podría venir a narrarme como Belcebú a su nieto, las curiosas historias de los seres humanos tricerebrales, que tanto tienen que decirnos y explicarnos de quiénes somos como humanidad, y qué es lo que nos espera de ese viaje paradógico recurrente y eterno de nuestro cerebro, de nuestra mente y conciencia. 

Como no queremos que la publicación de este tema esté demasiado  cargado de ideas revueltas, que intenten decir muchas cosas pero con poca claridad y sí, mucha confusión de las reflexiones y argumentos como por ejemplo, como se lo planteaba imaginariamente su hija a Gregory Bateson pionero del pensamiento sistémico complejo, con sus metálogos de: "¿Porqué se revuelven las cosas?", creemos que con la revisión algo detallada y espaciada de los enfoques teóricos y los autores que se van a abordar con este ambicioso tema, aviso que posiblemente se va a llevar varias partes el escrito, por lo que pido paciencia y quietud a los (as) posibles lectores (as) que quieran revisarlo. 

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