Viaje afuera y adentro del cerebro: ¿reflexión del eterno retorno o paradoja eterna? (3a. parte)

De nuevo aquí con la siguiente parte de esta reflexión y metáfora del viaje afuera y adentro del cerebro, que como hemos redondeado y bordeado en las anteriores publicaciones, son elementos de estudio que requieren un análisis en diversas vertientes teóricas y dimensiones del conocimiento que nos ayudan a navegar en aguas profundas y difusas en ocasiones, hasta aquellas donde pensamos que son mares menos agitados y tranquilos, nos revuelcan las marejadas y nos regresan al punto de origen sobre ese eterno retorno que nos hemos dispuesto a trazar de alguna manera, sabiendo de antemano, la dificultad de exponer las ideas y sus posibles relaciones con las concepciones que nos aproximan a un objeto hipotético de investigación respecto a lo que queremos exponer e interpretar, de acuerdo a la experiencia personal, está de alguna manera expuesto a una trayectoria histórica, social, cultural epigenética, tal como ya se había abordado.

Ahora lo que nos trae de nuevo a ese inicio, es respecto a lo que se han venido planteando las neurociencias, o ciencia de la mente (Gardner, 1987, 2000), la cual expone por ejemplo, cómo desde las diferentes concepciones filosóficas contemporáneas que se dieron durante el siglo XX, contribuyeron al enriquecimiento y avance de lo que significa haber desarrollado reflexiones sobre la teoría del conocimiento (epistemología), misma que contribuyó, que en esas mismas concepciones, sólo se tocaran algunos aspectos y se omitía otros, se apostaban ideas por otras que eran controvertidas y poco aceptadas por las comunidades científicas, especialmente aquellas que comenzaban a estudiar a fondo el cerebro humano, la mente, la psiquis, etc., lo cual le confirió diversas argumentaciones y fundamentaciones teóricas que de manera particular, tendría posibilidades de aceptación en términos de viabilidad y aplicación en el estudio médico neurofisiológico, neuro bioquímico, o neuropsicológico, trajo consigo diversas aportaciones que sirvieron para identificar sus propios límites de esas construcciones teóricas, y por otro lado, le dio significado a la construcción de ese viaje, que pareciera mítico, pero se enfoca más hacia la búsqueda de más preguntas y planteamientos. 

Es decir, que en perspectiva, los que unos pensadores como Descartes que en su intentona racional de dar una explicación y sustento a su teoría del conocimiento, separó el cuerpo de la mente y dio pie a una serie de especulaciones y reflexiones fenomenológicas (meditaciones cartesianas) sobre el cogito del yo existo (Husserl, 1996), hasta otras que apostaban por brindar explicaciones desde lo sensorial y la experiencia inmediata de los individuos (Locke, Hume, Berkeley), hasta otro tipo de razonamientos más centrados en el establecimiento de categorías de análisis como lo intentaba desde un pronunciamiento del discurso ético del valor didáctico moral y social de Kant, lo cual también fue punto de partido que derivó hacia otras ideas y pensamientos que pronto fueron descartadas y superadas por filosofías que tenían su observación reflexiva enfocada más hacia la parte empírica lógica racional (Russell, Whitehead), hasta otros que su crítica se fundamentó más en el análisis lingüístico sintáctico (Wittgenstein, 1962). 

El viaje continuaba y pronto se dirigía a otros campos aun insospechados de la mente y del cerebro, como componentes integrados de la misma sustancia de análisis, pero que trajo fuertes controversias en dichas aportaciones reflexivas. 

El costo por saber profundizar sobre el viaje del eterno retorno, de nuestro cerebro humano, sería transferido a pensar que con la aparición de los sistemas cibernéticos y el procesamiento de la información contenidos en los llamados lenguajes del pensamiento (Fodor, 1975), se iban a convertir en lenguajes computacionales, origen y nacimiento de la llamada inteligencia artificial (IA/AI), un verdadero salto cuántico para seguir profundizando sobre las fronteras de la cognición y sus posibles impactos y repercusiones en la sociedad actual del siglo XXI con todo lo que ello significa como ruptura de paradigmas, y en el horizonte se comienza a trazar una nueva historia de evolución epigenética de la civilización humana, tal vez un nuevo comienzo que se está gestando desde la corporaciones de inteligencia científica militar y financiera, basada en un modelo ideológico político socio económico denominado como Nuevo Orden Mundial, nos deja en el umbral esperando sus consecuencias a corto, mediano y largo plazo, de cómo se va a alterar las funciones ejecutivas del cerebro en ese nuevo sistema inteligente automatizado, trabajando mediante máquinas de aprendizaje (machine learning), para procesar una multiplicidad de datos, que en comparación con los 10 billones de neuronas que posee el cerebro y de las 1000 a 10,000 conexiones sinápticas de la red neuronal (Jensen, 2004), ya compiten con la mente humana, y llegan incluso a superar la velocidad de memoria y solución de problemas y tomas de decisión, porque lo realizan de una manera precisa y en corto tiempo. 

De ahí, entonces la paradoja eterna de hacia adónde vamos a pretender como especie inteligente, trascender hacia otros modelos de vida inteligente con el costo de perder nuestra humanidad, y a favor de un mundo controlado por sistemas de inteligencia artificial que apuestan por la singularidad transhumanista, o este aprendizaje nos va a dar la oportunidad de trascender hacia nuevos niveles evolutivos de conciencia, aun nada está dicho sobre los platos de la mesa servida. Esto nos deja en la mitad del camino, por eso daremos otro pincelazo a una siguiente y última publicación sobre este tema, donde se continúen abordando estos planteamientos llenos de exploración, significado y descubrimiento.

Bibliografía consultada de las tres partes de esta publicación:

Cassirer, E. (1998). Filosofía de las formas simbólicas III. México, FCE
Cruz, R. (2005). La primera hermenéutica. El origen de la filosofía y los orígenes en Grecia. México, Herder UIA
Foucault, M. (2002). La hermenéutica del sujeto. México, FCE
Gardner, H. (2000). La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva. Barcelona, Paidós
Husserl, E. (1996). Meditaciones cartesianas. México, FCE
Jensen, E. (2004). Cerebro y aprendizaje. España, Narcea 

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