El Homo-Digitalis en tiempos de pandemia (2a.parte)

En esta segunda parte, abordaremos lo que apenas en cuestión de un par de días atrás de Agosto (año del Covid19), se anunció en una conferencia ante medios de comunicación. Nos referimos a lo que el multimillonario y excéntrico Elon Musk mostró con uno de sus ambiciosos proyectos de frontera tecnológica: Neuralink, con el cual pretende lograr la conexión de los cerebros humanos a las computadoras, es decir, como lo anuncia, convertir entonces a los humanos en cerditos felices, como otro claro ejemplo de lo que pretenden intentar los precursores del transhumanismo, tema que ha sido abordado en el blog en diferentes artículos. Esto demuestra hasta dónde los avances de la sociedad de la información y de los conocimientos podrán llevar a la humanidad a la siguiente fase de su evolución controlada y manipulada o de su propia extinción. 


El hecho de presentar avances experimentales en cerdos, esto parece otro sueño distopico lleno de espejos anunciado en una de sus novelas de ficción de Phillip. K. Dick, como el caso particular de "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", donde veremos por ejemplo, a seres humanos conectados a la red o creados como androides, como también lo plantea una serie inglesa en televisión en línea (Prime Amazon), "The Feed" en la cual se plantea cómo las personas podrán estar interconectados a un sistema sofisticado de inteligencia artificial que controla y gestiona toda la información y comunicación del Internet, las redes sociales entre ellas y los sistemas de mercado electrónico, un planteamiento que también fue anteriormente abordado en la novela de ficción de William Gibson, "Neuromancer", una reflexión acerca de los sistemas inteligentes que podrán ser insertados en el cerebro. 

En el caso del proyecto presentado por Musk, se pretende que se puedan curar disfunciones cerebrales, y se agrega que también se abra la posibilidad de mayor control mercadológico hacia las preferencias y necesidades de la gente, particularizando gustos e intereses y formas diversas de compartir imágenes, videos y textos, como actualmente se realiza a través de dispositivos electrónicos móviles o celulares (smarth phones). En otro artículo dividido en tres partes (Conciencia Virtual: Más allá de la muerte y la distopía), también se abordó sobre la reflexión que difunde una serie reciente de Amazon Prime: "Upload", donde se supone existen ya empresas que se dedican a gestionar las memorias de las personas, para que una vez fallecidas se puedan almacenar en un disco duro o tarjeta madre (mother board), y desde ese banco de memoria, se les puede ofrecer entornos virtuales donde tendrían tener la oportunidad de convivir y experimentar junto a otras personas fallecidas, los beneficios más allá de la muerte en dicho entorno virtual post mortem, dependiendo de sus estatus socio económico. ¿Qué reflexión podríamos entonces inferir, de lo que ya deja de ser ficción y es parte de una realidad inesperada, y los posibles riesgos a la preservación de nuestra humanidad, ahora comprometida con las nuevas empresas de biotecnología? Es parte de lo que intentaremos concluir en la tercera parte.

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