PASO DE LA BIOPOLÍTICA EDUCATIVA INSTITUCIONAL A LA COSMOTÉCNICA DISRUPTIVA DEL APRENDER (2A. PARTE)

 En esta ocasión abordaremos cómo la visión reflexiva genealógica de Foucault, se ve reflejada en el análisis de la biopolítica de las instituciones educativas de la década de los años cincuentas, en dos visiones pedagógicas importantes que marcaron por decirlo así, dos enfoques epistemológicos sociales (Popkewitz,1997), que se dieron durante la etapa de la Guerra Fría: la concepción progresiva pragmática educativa estadounidense y la correspondiente al bloque soviético. Dos disciplinas que marcaron una serie de valores de orden social y cultural, pero sobre todo, porque en sus respectivos sistemas educativos configuraron una estructura político-ideológica distinta en apariencia, pero a su vez, dirigían ciertos principios regulatorios normativos cercanos, dado que su objetivo consistía principalmente, en obtener mayor control de los individuos directo de la educación a través del espacio de las instituciones escolares y universitarias.

 


Estaba en juego la naciente carrera espacial, pero también el dominio de las regiones del mundo, la bipolarización internacional con sus respectivos estados-nación satélites, bajo el control regional político-militar. Por otro, en el ámbito propiamente educativo, permanecía en total vigilancia a través de procedimientos de profesionalización y especialización, donde lo importante era el impulso de los avances científicos y tecnológicos, la creación de una industria moderna bajo la administración y gestión de empresas que dieron impulso y fortaleza a la economía nacional, y por otro lado, la burocratización de los sistemas productivos. El Estado ya fungía como entidad principal benefactora del desarrollo y progreso, por eso requería de individuos capacitados y disciplinados, con espíritu nacionalista, defensor de los ideales de la democracia o de la ideología socialista-comunista (materialista dialéctica). 

El rol y función principal de las instituciones educativas, era principalmente la de ser fundamentalmente promotoras de la sistematización a través del adiestramiento de habilidades para lograr gradualmente en las futuras y nuevas generaciones, adquirieran habilidades y/o aptitudes basadas en la eficiencia conductual y cognitiva, pulcritud y motivación actitudinal requeridas para el progreso y la vida democrática hecha a modo de los intereses ideológicos de la nación. 

La armonía de dicho bienestar social pronto dio ciertos principios para que se diera por otro lado, la práctica del curriculum oculto basado en las disciplinas, significó también una clara división social y cultural: escuelas y universidades para blancos, otra relegada y discriminada para afroamericanos (negros) e hispanos, sin mencionar la integración de asiáticos, principalmente japoneses, chinos y posteriormente coreanos; inicio y creación de un estatus social insertado en la compleja convivencia social multicultural y lingüística, la cual trajo otro tipo de consecuencias de convivencia y tolerancia social en las escuelas y universidades. 

No fue el caso del bloque soviético, donde la imposición de la disciplina (saber-poder) de las instituciones escolares estaban regidas principalmente por el buró ideológico militar del gobierno soviético, el objetivo era asegurar que la pedagogía imperante lograra salvaguardar los estatutos ideológicos del Buró en la población, la mentalidad totalitaria colectiva ideológica orientada principalmente a la formación de obreros y empleados científicos y técnicos calificados y entrenados para salvaguardar la imagen biopolítica y panoptica del régimen. 

Mientras en EU, la idea del progreso y la vida democrática fue el imperativo categórico social y cultural que se estableció como parte fundamental de su herramienta disciplinaria rectora social: el curriculum, fue considerado como la herramienta y el espacio hegemónico de discusiones y redefiniciones para lograr que la organización pedagógica de los conocimientos desarrollados en las instituciones educativas tuvieran una marca indeleble mental en la forma de enseñar y aprender los contenidos, de utilizar el espacio para la escolarización, el adiestramiento de habilidades, la clasificación social de individuos de los aptos y menos aptos, por su raza, color y estatus social, mediante la activa participación de los profesionales expertos de la conducta y cognición humana, también de los pedagogos. La actividades instrumentadas y solicitadas por el gobierno, estaban sujetas a las decisiones políticas de los departamentos y comisiones de educación oficial, el hecho de esta práctica se centró en la realización detallada y descrita de observar y registrar, identificar y clasificar a los niños, adolescentes y adultos, como sujetos susceptibles de experimentos controlados y analizados como ratones de laboratorio, mediante el diseño y aplicación de test validados confiables que podrían medir por ejemplo, su aptitud racional y desempeño en las áreas de matemáticas, lenguaje y ciencias. 

Este modelo pedagógico intentó exportarse hacia América Latina mediante la estrategia geopolítica de la Alianza para el Progreso, el objetivo se enfocaba con la posibilidad de modernizar la economía y dar impulso al desarrollo, la estrategia en su origen era correcta y políticamente clara: proteger los intereses de la democracia estadounidense y detener la influencia de la ideología rusa soviética o china comunista. Los resultados de esa intentona sin embargo, se tradujo en rezago, marginación, desigualdad e inequidad, deserción y altas tasas de reprobación, explotación de mano de obra, y baja productividad económica, solo para el enriquecimiento ilícito de la clase política en el poder. 

La educación y aprendizaje por objetivos solo pudo funcionar en parte a nivel de algunos estados de la unión americana en la sociedad estadounidense, pero no en la idiosincrasia sociocultural y pedagógica de los pueblos latinoamericanos que estaban regidos por oligarquías nacionales de corte populista, cuyos sistemas educativos ya se identificaban por ser altamente burocratizados e ideológicamente  politizados en parte por los sindicatos magisteriales, esto impidió en parte la oportunidad de construir una concepción pedagógica propia y menos dependiente de las ideologías extranjeras provenientes de Europa o de Estados Unidos. 

Lo anterior da pauta para analizar y plantearse también desde esa perspectiva epistemológica social ¿por qué fue, que los gobiernos de estos Estados-nación (EU y Rusia) deciden crear para esos tiempos, profesiones dedicadas al estudio de la conducta y de la mente?. ¿Qué razones pueden existir para pensar que tanto la sociedad estadounidense como la rusa soviética, utilizaron el campo disciplinario de conocimiento de la psicología (ya separada en parte de las concepciones filosóficas humanistas y pedagógicas) en sus diferentes niveles de estudio y de aplicación experimental conductista-asociacionista y cognitivista, con el objetivo de describir y clasificar por ejemplo, a los individuos, considerados por estos nuevos expertos como sujetos de estudio y experimentación social, ¿porqué entonces, esto da elementos suficientes para pensar que la creación de un sistema de clasificación y discriminación basado en dichos exámenes estandarizados, estaba regido por reglamentaciones dictadas desde las propias esferas de poder?, junto con otros diversos métodos y procedimientos técnicos de evaluación incluidos (escolar, universitaria), éstos serían entonces, las herramientas idóneas utilizadas de la parte estratégica clave del ejercicio de control biopolítico de la conducta humana y de la sociedad, lo cual también implicaría que las instituciones educativas fueran parte de esa organización y estructura de relación entre el saber y el poder de clasificación y discriminación. 

El hecho de lograr una sistematización de la actividad mental de los individuos mediante herramientas tecnológicas del yo (Foucault, 1981), basadas en reglas, deberes y prohibiciones (ideológicas y mentales) dirigidas y orientadas para programar de manera instruccional el aprendizaje y los contenidos de escolarización, dio suficiente pauta para que el Estado benefactor y disciplinario lograra que en ese proceso epistemológico social, se estableciera gradualmente, el hecho de supeditar la idea de un orden jerárquico, que permitiera a los agentes reproductores profesionales expertos  del gobierno y demás autoridades de los sistemas educativos, mantener puntos de equilibrio en las organizaciones, es decir, el mantenimiento jurisdiccional de una estructura y sistema de la escuela-universidad que se fijarían para la consolidación y legitimación de la relación entre saber y poder. 

Esto fue solo el principio de lo que vino posteriormente a desestabilizarse en la siguientes décadas del siglo XX. El sistema panoptico cuasi perfecto de la disciplina escolar universitaria, ya no logró responder a los cambios estructurales de la historia, esto fue también reflejo de una sociedad estadounidense hastiada cuando observó como espectador de las noticias televisivas y de radio, cómo su gobierno mandaba a sus jóvenes a combatir y morir en Vietnam. Esto polarizo al pueblo, por un lado, gente que de alguna manera participó en las dos guerras mundiales anteriores que defendían esos principios nacionalistas patrióticos y democráticos maquillados, y las nuevas generaciones que despertaban al resistirse a participar de dicha masacre perpetrada por la ceguera y ambición geopolítica militar del gobierno. La influencia de esa mentalidad de rebeldía generacional en contra del estatus quo biopolítico fue en parte engendrada y realizada en los campus universitarios y por algunos intelectuales con tendencias de ideología izquierdista. 

El debacle económico mundial ya correspondía a otra etapa de la civilización. La modernización de la revolución industrial estaba dando sus últimos coletazos de vida, las ideas pragmáticas progresistas y democráticas comenzaron, como también las ideas socialistas comenzaban a debilitarse con la caída del Muro de Berlín símbolo y parte aguas del supuesto fin de la oscura Guerra Fría, y su única salida fue crear disturbios y caos en tiempos de paz. Por eso el Estado de estos países requería del impulso de una nueva visión, una nueva epistemología social panoptica basada en la disciplina y ruptura de esquemas y paradigmas de la vieja estructura modernizante por otra adecuada al los cambios del acelerado cambio de poder hegemónico entre las naciones, donde comenzaba a imperar en esa relación de saber y poder, ahora estaría ya determinada por la información y la cultura científica tecnológica de los datos (dataísmo), punto siguiente de inflexión de la tercera reflexión: del paso de la biopolítica institucional a otra estructura regida por otro sistema-red inteligente artificial de control humano, la sociedad del rendimiento y del cansancio según lo refleja Byung Chul Han en sus ensayos filosóficos, tal como será retomado y analizado en la siguiente publicación.       

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