Campos de Resonancia Mental y Latidos de la Tierra (1a parte)

La nueva publicación que vamos a abordar y analizar, retoma en gran parte, las aportaciones teóricas de Rupert Sheldrake principalmente, sobre sus hipótesis relacionadas con con lo que este autor denomina como teoría de la causación formativa, o de los campos morfogenéticos. Estudios que lo llevaron desde sus primeros textos: Una Nueva Ciencia de la Vida y La Presencia del Pasado, hasta los consecutivas publicaciones: De perros que saben que sus amos están en camino a casa: y otras facultades inexplicadas de los animales; El séptimo sentido: la mente extendida, son ejemplos claros de la obra y dedicación al campo de la investigación biológica y del pensamiento acorde al siglo XXI, que sin duda, se le tendrá que reconocer, muy a pesar de las controversias de parte de academias universitarias y círculos científicos que rechazan sus teorías y casi lo llevan a la hoguera y desconocimiento, lo cual lo tiene sin preocupación, porque su obra por si misma habla de la dimensión que abre y enriquece para el campo del denominado pensamiento complejo.

 


Dedicamos por lo tanto, con este título subjetivo dividido en tres publicaciones, la primera, con una descripción general de los puntos que nos parecen relevantes para integrarlos como elementos de análisis y reflexión respecto a cómo las explicaciones sustentadas de los campos morfogenéticos pueden describir y posiblemente comprobar, respecto a los llamados campos de resonancia mental, y su relación con el origen y desarrollo de las concepciones sobre la conducta (comportamiento), en animales, en seres humanos y en las organizaciones, en cuanto a ofrecer un constructo de conocimiento que nos permita inferir y transferir, por ejemplo, ¿por qué existe equilibrio y desequilibrio en la psiquis humana?, y esto ¿de qué manera se manifiesta en las conductas y comportamientos de las organizaciones y de la sociedad?, si existen las condiciones para que pueda o no, existir errores de información de los campos de resonancia mental (biológicos, psíquicos, sociales, culturales, etc.), y eso es parte del principio de la alteración del planeta Tierra (campo electromagnético), posiblemente como posible hipótesis, y también, a la permanente influencia cósmica del Sol en el sistema planetario, que puede provocar, estados constantes de incertidumbre (dimensiones emergentes de complejidad), o es acaso también, un elemento que altera las paradojas de espacio-tiempo (caos), en dicho orden implicado, como lo postuló por su parte, el físico pionero de la teoría cuántica, David J. Bohm y de sus importantes aportaciones a los campos de epistemología y neuropsicología. Esto será abordado en la segunda parte de esta publicación.

Finalmente, lo que atañe y centra el tema del presente ensayo reflexivo, tiene que ver directamente sobre las posibilidades  como especie habitante de este planeta Tierra, demos la oportunidad para lograr que trascienda y evolucione desde un punto de vista cósmico, pero también en los planos de espiritualidad, como lo plantearon hace décadas la trilogía de tres pensadores de vanguardia que siguen vigentes a través de sus textos publicados en la década de los ochentas. Nos referimos a dos libros en sí, The Evolutionary Mind. Trialogues at the Edge of the Uninthinkable (La mente evolucionaria. Trialogo en el filo de lo impensable), y el que nos parece nos acerca más hacia espacios de reflexión y concreción viables sobre el presente y futuro del planeta y de la humanidad: Caos, Creatividad y Conciencia Cósmica (Chaos, Creativity and Cosmic Consciousness), trabajo reflexivo realizado en conjunto por Terence McKenna, antropólogo visionario que expone sobre las enormes posibilidades terapéuticas y creativas del uso de plantas sagradas alucinógenas; Ralph Abraham, matemático, docente e investigador adelantado a su época que expone sus teorías sobre el caos, su concepción sobre Gaia (la Tierra) y la parte fundamental del Eros, por cierto, muy cercanos a las ideas y postulados de Ken Wilber (El espectro de la Conciencia; Sexo Ecología y espiritualidad); otro pionero del conocimiento trascendental de la psicología transpersonal. Y por supuesto R. Sheldrake, cuyas aportaciones son de gran validez para estos tiempos alterados por la pandemia (y la desinformación vertida en los medios y redes sociales), la crisis ambiental, los nuevos brotes de guerra en varias regiones del mundo, son el caldo perfecto para pensar si todavía estamos a tiempo, o estamos en cuenta regresiva de nuestra permanencia y supervivencia para resolver los desequilibrios colectivos generados de los campos de resonancia mental y las anomalías de los latidos de la Tierra. Son parte de los puntos a ser abordados a lo largo de esta publicación.

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