Era de las adicciones: Pulsos y disturbios de resonancia planetaria (1a. parte)

 La nueva publicación, que ahora nos trae de nuevo en este mundo de caos y catástrofes recurrentes, en tiempos interminables de postpandemia, del cual, pretendemos abordar el tema de las adicciones en tres partes. La primera presente, se aborda distintas concepciones de las adicciones: mentales, ideológicas, culturales propias del siglo XXI, y finalmente, las digitales, con relación a las innovaciones tecnológicas de la Inteligencia Artificial (IA) y sus derivados de uso en la economía contemporánea.   

En la segunda parte, se aborda las repercusiones en la geopolítica internacional, considerados como pulsos de primer nivel de acción-reacción disfuncional; repercusiones vibratorias geomagnéticas de la Tierra, a saber, disturbios y alteración de resonancias en fase de desequilibrio planetario: sismos cada vez más constantes, actividad volcánica, huracanes y torbellinos cada vez más destructores, desgajes y aparición de socavones, desertificación y desaparición de mantos freáticos, incendios fuera de control, aumento de temperatura, extinción de especies, etc., ilustra en parte, la verdadera dimensión de riesgo que estamos experimentando en la totalidad del planeta.

 

Finalmente, la tercera parte se indica la necesidad urgente-emergente de la civilización humana; el supuesto contacto inminente no humano y su relación con el futuro del planeta Tierra; y, como llamado de advertencia, el estar preparados o seguir inconscientes como condición previa para enfrentar mayores escenarios de turbulencias inesperadas en cuanto a lo personal y colectivo, como condiciones de supervivencia.

De estas tres publicaciones se espera establecer puntos de reflexión central en torno a: 1) el Armagedón planetario humano; 2) las disonancias de la psiquis colectiva; y 3) fin del estadio de la infancia-barbarie humana o su extinción definitiva.

Como primer punto inicial de reflexión, habría de preguntarnos lo siguiente: ¿Qué son las adicciones?, ¿a qué le llamamos una adicción?, ¿quién o quienes establecen que una adicción es parte de un estado de anormalidad de las personas y de la sociedad, o es más que una deficiencia mental detectada por la psiquiatría institucional o del colectivo legal judicial, o esta deficiencia es parte original del comportamiento genético de las familias, o sea parte simplemente de una posible deficiencia neuronal detectada a través del análisis imagenologico y encefalografico?, ¿Cuáles son entonces, las condiciones, factores o situaciones bio-psíquicas-antropo-histórico-sociales-políticas-culturales, que activan los posibles mecanismos de los procesos complejos bioquímicos de la red neuronal y las inesperadas reacciones del cuerpo humano, y su relación con las condiciones sociales de vida preexistente para que se propicie la adicción en las personas y en las comunidades?, ¿qué contextos son los que pueden ser más propicios para detonar el proceso de las adicciones como posibles componentes biopoliticos de control y vigilancia?, ¿cuál es la relación de las adicciones con respecto a los estados de excepción como mecanismos y entramados de poder encubiertos bajo condiciones de mantenimiento y preservación de la elite mundial, tal como lo plantea por ejemplo, el filósofo Giorgio Agamben y otros?, en ese sentido, ¿cuál es la verdadera intención no velada para la opinión pública y las masas, de parte de los corporativos mundiales y sistemas de seguridad nacional de los gobiernos para activar innovadores sistemas tecnológicos basados en la Inteligencia Artificial como tamiz de la denominada cuarta revolución de los conocimientos, utilizada como estrategia vinculada a los intereses fácticos de vigilancia, espionaje, seguimiento y control policiaco-militar? 

Pensar que, quienes estén detrás de este escenario de desbalance mundial previamente planeado e intencionado, lleva la consigna clara de prever, en el mediano y largo plazo, el colapso definitivo de la civilización, tal como la conocemos para legitimar su propia supervivencia egoísta a costa de una inminente catástrofe planetaria, como parte del ya evidenciado reseteo económico financiero mundial, y también, el de la manipulación psíquica como parte vital y fundamental de preservar las guerras como maquinaria de subvención capital que ya están en puerta; vistas como fugas intermitentes de energía que se propagan hacia más allá de la atmosfera terrestre, y dan advertencia a posibles civilizaciones no humanas y su inesperada visita en los cielos de diversas regiones y localidades de la Tierra, enviando señales de advertencia sobre algo que aun los científicos expertos ni los expertos en inteligencia militar rechazan, niegan y refutan, pero aún no logran descifrar las agendas de dichos visitantes. Estos son los nuevos tiempos de desclasificación y cambios contundentes para la humanidad del siglo XXI. La pregunta obligada es saber si ya estamos preparados o el tiempo ya nos rebasó, y estamos entrando en una fase de no retorno.