Mentefactura y Sociedad del Conocimiento: Desafíos y Controversias (1a parte)

 En esta nueva publicación, exploraremos el concepto de mentefactura y su relación con la sociedad del conocimiento. Analizaremos las posturas teóricas de Juan José Goñi Zavala, quien propuso el enfoque. A lo largo de tres apartados, examinaremos cómo la mentefactura impacta en la educación, la cultura y la tecnología, y cómo su adopción puede generar controversias y desafíos en el contexto actual.

De acuerdo a Goñi Zabala (2012), la mentefactura se define como la transformación del conocimiento intelectual para estructurarse centralmente en la vida empresarial. A diferencia de la manufactura tradicional, no se trata de crear productos a partir de materias primas, sino de generar soluciones creativas innovadoras para los desafíos de la industria, y con mayor razón, industrias que surgen en la era digital, donde existe una impronta característica, la automatización de la información y del uso de los datos en las organizaciones. ¿Cómo podremos aprovechar el conocimiento y la experiencia de las personas para mejorar la eficiencia y la competitividad?


Sí revisamos, por ejemplo, el texto editado por dos académicos de las universidades de Berkeley y Stanford, Bronwyn H. Hall y Nathan Rosenberg (2010), Handbooks of Economics, hacen mención de que los cambios en la economía, se atribuyen a los cambios tecnológicos que se fueron acelerando y actualmente se encaminan a lograr importantes insumos relacionados principalmente, con la innovación, lo cual contribuye de manera significativa a diversas dimensiones del cambio económico a nivel mundial, el cual no solo se centra en la creación de máquinas tecnológicas inteligentes, mucho más veloces y con mayor capacidad de memoria para procesar datos y algoritmos, se trata también, del cambio en las personas que se integran en las organizaciones donde se vislumbran importantes transformaciones de fondo, también la posibilidad de concebir desde las funciones superiores del cerebro, estrategias de resolución de problemas y de toma de decisiones inteligentes que contribuyan a fortalecer el proceso de la manufactura, pero en una siguiente fase que rebasa por así decirlo, el pronóstico que hizo en su tiempo Schumpeter (1937), sobre el capitalismo confinado a ser contemplado como parte de un proceso histórico estacionario que se construyó desde la época feudal, a una economía con tintes estacionarios socialistas, confirmó su propia contradicción. 

Lo que se percibe en el horizonte, es el hecho de lograr la importancia del cambio generado internamente en el modelo económico del presente siglo, como parte del análisis reflexivo que nos podría conducir lo que trae consigo dicho proceso de innovación como componente fundamental para comprender lo que pretende realizarse en las empresas, mediante los derechos adquiridos de propiedad intelectual cuyos proyectos están dedicados actualmente, en promover la gestión de los ecosistemas de innovación en un contexto  general complejo emergente geopolítico multipolarizado, ¿qué papel estratégico podrían jugar dichas organizaciones y megacorporaciones que son ya parte sustantiva de los desafíos que enfrenta la humanidad y el planeta, en este caso, su propia supervivencia?

En el caso concreto de pensar una sociedad del conocimiento, como lo perciben D. Rooney, G. Hearn y T. Kastelle (2011), respecto a lo que es el conocimiento que realiza la gente para hacer cosas, cuando se observa, dicen estos autores, las enormes cantidades de dinero y tiempo que emplean los gobiernos para crear políticas dirigidas a objetivos concretos de la economía del conocimiento, muestra entonces, que existe preocupación, pero también controversia, sobre lo que se ha logrado hasta el momento, con los debates en foros internacionales de comercio y economía, lleva a plantear la necesidad de ir más allá de lo que pueda mostrar dicha versión de una economía basada en el conocimiento, porque a final de cuentas, las políticas vinculadas a la retórica del conocimiento, no le va a brindar de manera mágica e imaginaria beneficios y calidad de vida a los ciudadanos del mundo, de ahí que sea necesario, una política de análisis e información detallada de qué, para qué y cómo se tiene contemplado realizar proyectos donde las tecnologías de la información integradas, por ejemplo, a industrias de biotecnología, como insumo que permita formar profesionistas en las universidades e instituciones de educación superior, requiere de modelos y metodologías disruptivas de triple alianza, donde sea el gobierno con las empresas y universidades, conformen espacios para el desarrollo de proyectos de punta y frontera.

Pasar de la manufactura a la mentefactura, implica materializar procesos intangibles, donde la mayor parte de la riqueza que se llega a generar en el mundo, no se centre solo en la generación de objetos materiales, sino en formas de representación simbólica de dichos objetos; es decir, que estaríamos señala Casado Bergasa (2007), de estar pasando del mundo de las cosas a las personas, lo cual nos indica que el paso de una sociedad de la información a la sociedad del conocimiento, el valor adquirido sería el conocimiento. De lo que fue la línea ascendente desde 1990 cuando se buscaba la satisfacción del cliente a través del ISO 9000E FQM, más adelante se dio el giro hacia el cambio en las organizaciones (gestión por procesos), a la siguiente fase de la gestión de las personas su participación, el liderazgo y la formación profesional constante; comienza en sí, el camino hacia la innovación (gestión del conocimiento), la internacionalización (globalización), y finalmente en la etapa actual de la era de las redes sociales, donde trabajan de manera conjunta las empresas, las universidades, las consultorías y las instituciones, y lo más importante, las personas.

Uno de los desafíos principales para que pueda darse el proceso de mentefactura, es en cuanto a los propios límites de conocimiento adquirido por las personas que se intentan integrarse en las empresas, presentan ciertas limitaciones cognitivas de razonamiento (capacidad de conocer y comprender), lo cual es un factor importante de riesgo para la realización de proyectos contemplados y planificados de innovación, esto quiere decir, que el reconocimiento de las personas que llegan a participar e integrarse en empresas donde el componente fundamental, es crear procesos de mentefactura, creatividad e innovación, lo coloca en desventaja, sabiendo de antemano que la forma de procesar la información, resolver  problemas, tomar decisiones, saber colaborar en equipos de trabajo, implica, responsabilidad, autocontrol emocional y autorregulación cognitiva. Son aspectos que tendrían que atenderse en las empresas que contratan recursos humanos, de acuerdo a las políticas propias de la empresa y requerimientos de las habilidades a ser evidenciadas por los nuevos aspirantes como recursos activos temporales. Punto de controversia que será retomado en la segunda parte.         

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