Entre Utopías y Realidades: Reflexiones Críticas sobre el Futuro Educativo (1a parte)

Con un nuevo tema de reflexión y análisis desde el punto de vista tecno pedagógico, en esta ocasión nos vamos a centrar en lo que nos toca vivir en estos tiempos donde la tecnología, ya es un hecho contundente, avanza a pasos agigantados, surge de entrada la pregunta obligada inevitable: ¿Estamos realmente aprovechando su potencial en la educación? A medida que exploramos sobre las denominadas utopías tecnológicas, es también fundamental preguntarnos: ¿qué tipo de futuro estamos construyendo y quiénes quedan fuera de esta narrativa? 

Acompáñenme en este nuevo viaje de reflexión crítica sobre el papel de la tecnología y su incorporación en el espacio de las aulas escolares del nivel básico, medio superior y el correspondiente al ámbito universitario. A discernir y abrir el abanico de múltiples posibilidades que están a la vuelta de la esquina, y ya es imperante que los docentes que están frente a grupo, los directivos, autoridades educativas y agentes interesados en promover los cambios necesarios que atiendan los requerimientos de este siglo acelerado y convulso, lleno de incertidumbre y caos, sin embargo, nos invita a tomar posición concreta ante estos hechos en el mundo del siglo XXI, que nos permita comprender los alcances y dimensiones preestablecidas por las grandes corporaciones y organizaciones dedicadas a la producción de bienes capitales basados actualmente en la producción científica tecnológica de la cuarta transformación de los conocimientos, en una constante dinámica de retos y cambios desafiantes emergentes planetarios, que como hemos expuesto en publicaciones anteriores, continuamos en un período crucial de supervivencia humana.

 

Y eso marca parte del análisis que trataremos a continuación, que nos brinde una explicación delimitada aproximada a las visiones utópicas (tecnológico-optimistas) y distópicas (tecnológico-pesimistas), como aspectos de construcción para configurar de manera gradual, como propuesta diletante y entusiasta en la tercera parte de la presente publicación, cuyo propósito será exponer a través un ejercicio colectivo de diálogo y debate educativo comunicante rizomático que visualice, en forma paralela, la construcción de un enfoque basado en un posible modelo de integración, inclusión, resiliencia, y sustentabilidad digital (IIRSD), cuyas intenciones y pretenciones será parte también, de un importante proyecto estratégico académico a realizar en México, localizado principalmente en el estado de Quintana Roo, como parte de una comunidad naciente de práctica profesional inteligente y de aprendizaje.

En primera instancia, considerar que la denominada utopía tecnológica, puede ser parte de la creación de una visión al futuro inmediato, nos remite, al mismo tiempo, en ver de qué manera impacta en la formación de subjetividades contemporáneas, al intentar la redefinición de los sistemas de comunicación y las formas de interacción sociales. Según el artículo, "Variaciones de la utopía tecnológica contemporánea", de Daniel Vázquez, J. (2011), la tecnología no solo transforma, también influye en la construcción de identidades y experiencias culturales en la fase de modernidad, señala el autor como las nuevas tecnologías han puesto énfasis en radicalizar dicho proyecto de modernidad, en el entendido de enmarcar la intencionalidad para encarnar de manera fenomenológica el sentido y significado de la tecnología en los tiempos actuales de disrupción (Stiegler, B., 2016, 2019), donde impera una clara tendencia en automatizar las formas postmodernas de pensamiento y conocimiento, de creación de sistemas expertos a nuevas configuraciones de inteligencia computacional (Kuri, A., 2022), es decir, el reto de crear una superinteligencia con todo y sus implicaciones hacia la humanidad (Kurzweil, R., 2005), esto ya nos habla de cerca de por qué existe en el imaginario tecnológico colectivo una tendencia a convertir a las personas en Homo videns, tal como lo describió en su momento G. Sartori (1997), como sujetos que se comportan renuentes a la lectura, a ser incapaces de concentrarse, conformes con sus formas de consumo visual inmediato (consumidor de imágenes y conceptos predirigidos), de todo lo que se produzca en internet y especialmente en redes sociales, logrando de esta manera un cierto tipo de "aplanamiento", de gustos y preferencias, opiniones y expectativas generadas por la opinión pública, y constantemente bombardeados por la información que se desborda en las pantallas de sus celulares, tablets, etc.

De modo que esto permite a las grandes corporaciones dueñas de estos sistemas tecnológicos digitales,  la capacidad de uniformizar las mentes de los colectivos y un importante papel jugado para crear cultura y conocimiento general adaptado y adecuado bajo el control, monitoreo y vigilancia de los algoritmos a los servicios de la mercadotecnia global y también con fines particularmente políticos.

En ese sentido, la utopía tecnológica influye en la percepción del futuro al generar expectativas sobre el potencial de la tecnología para resolver problemas sociales, económicos y ambientales. De ahí, que el debate entre tecno optimistas (utópicos) y tecno pesimistas (distópicos), descifre, de alguna manera, una dualidad y visión distinta en donde la primera anticipa el futuro mejorado, gracias a la automatización y la inteligencia artificial (singularidad transhumanista), mientras la segunda, teme entre otros de sus constantes dilemas y preocupaciones, sobre el empeoramiento de la pérdida de empleos y la completa deshumanización de la sociedad, a la que es prioritario conservar y preservar tradiciones y costumbres, y el hecho de no permitir cualquier intento o injerencia de promover en la sociedad, la cultura y la educación, la idea de que la tecnología podrá resolver, en parte, los problemas que aquejan al mundo contemporáneo (pestes, guerras, hambruna, cambio climático, inseguridad, violencia, etc.), son parte del panorama que defiende cada grupo en sus postulados y argumentos.

Entonces, ¿cuál sería el punto de equilibrio entre estas dos posturas y visiones del mundo?, resalta la importancia de crear nuevas formas de andamiaje, de comunicación e interacción, de identidad personal y colectiva, de una visión crítica hacia la tecnología considerando sus potencialidades y promesas como sus riesgos del mal uso e implementación, especialmente en el ámbito educativo como línea de estudio prioritario.

En la segunda parte seguiremos ahondando en la reflexión sobre la mirada al futuro de lo que queremos pretender ser y hacer en un contexto de grandes oportunidades, o de alimentar, en su caso, el avance de la brecha cognitiva y tecnológica tardía y la profundización del rezago de conocimientos y habilidades en los planteles de las escuelas y en las universidades de nuestro país. Queda abierta la invitación para aportar ideas y propuestas tendientes al cambio y la mejora de la calidad educativa.


Comentarios

Entradas populares