El Nuevo Orden Multipolar: Implicaciones para la Educación, Ciencia, Tecnología y Cultura desde la Cumbre de los BRICS (3a parte)
En la publicación anterior (2a parte) se tocaron algunos aspectos relacionados, en parte, con la situación de las relaciones comerciales entre países miembros antiguos y recientes que conforman el grupo de los BRICS, quedó pendiente incluir en dicha reflexión y análisis, para intentar dejar nuevas líneas de estudio y publicación, centraremos la discusión: a) sobre las colaboraciones científicas emergentes entre naciones de los BRICS; b) las implicaciones para la innovación tecnológica y el desarrollo sostenible como parte de la agenda común de los países participantes, especialmente, los de la región latinoamericana, como foco de esta concepción geopolítica y geoeconómica particular; c) acerca de la consideración del acceso equitativo a la tecnología en un contexto global, donde existe en la actualidad una lucha de poder para acaparar y controlar mercados (correspondientes a la comunidad europea, la región asiática, africana, latinoamericana), que puedan acceder a los financiamientos y créditos de capital para el intercambio de bienes, a través de una moneda común de intercambio, como podría ser considerado por los BRICS, una cripto moneda que compita contra las versiones emitidas por Occidente (bitcoins entre otras).
Ello indica que, la visión del multipolarismo podría acotarse para lograr acomodarse a una transformación gradual en el panorama global, especialmente, en el ámbito científico-tecnológico, tomando en cuenta el análisis de los impactos a considerar.
En cuanto a la diversificación de las fuentes de innovación, se puede observar como, por ejemplo, China, India y Brasil, están logrando diversificar la producción del conocimiento científico. China ha logrado superar a Estados Unidos en la publicación de artículos académicos más citados, lo cual indica un cambio en el liderazgo intelectual global (Sánchez, E., 2022). Este fenómeno no solo incrementa la competencia internacional en el campo de la innovación, sino que también permite que diferentes regiones contribuyan con sus propias perspectivas y soluciones a problemas globales.
De esta manera, el nuevo orden multipolar fomenta colaboraciones entre países que antes podrían haber sido rivales. Las alianzas estratégicas en investigación y desarrollo (I+D) se están volviendo más comunes, facilitando el intercambio de tecnologías y conocimientos (Aqib, A., Eugster, J., Ho, G., Jaumotte, F., Piazza, R., 2018). Así, observamos, por ejemplo, iniciativas conjuntas en áreas como la IA y las energías renovables están surgiendo en los países BRICS y otras economías emergentes, lo que puede acelerar el progreso tecnológico a nivel global.
Es también, en parte, lo que ha realizado el fenómeno de la globalización, que ha permitido una mayor transferencia de tecnología entre las naciones. Los países en desarrollo están, de alguna manera, accediendo más fácilmente a conocimientos avanzados, lo cual es crucial para su propio desarrollo económico y social (Tursi, M., García Segura, C., Astroza, P., López Burián, C., 2021). Sin embargo, la rivalidad entre potencia como Estados unidos y China están llevando a una carrera por el liderazgo tecnológico en sectores clave como es el caso particular de la IA, la tecnología 5G y en el campo de la biotecnología y robótica. Esta competencia no solo determina quién lidera la innovación, sino que también influye en las políticas económicas y educativas de los países involucrados (Miune, J. M., 2023).
Una primera conclusión sobre este contexto del fenómeno del multilateralismo, es obvio, que está reconfigurando el paisaje científico, al diversificar las fuentes de innovación, fomentar colaboraciones internacionales, facilitar el acceso a tecnologías avanzadas y generar una intensa competencia por dicho liderazgo tecnológico. Estos cambios presentan oportunidades como desafíos para los países en vías de desarrollo que buscan, a su manera y estilo de gobernanza, integrarse en la economía global del conocimiento.
Es el caso particular de México, que tiene estrechos acuerdos y tratados comerciales trilaterales con dos potencias de América del Norte, Estados Unidos y Canadá, como factores de disonancia, tensión y conflicto geopolítico y geoeconómico, pero intentan llevar a cabo el complejo proceso de reconfiguración de una importante región competitiva respecto a la comunidad europea, o de la región Asia-Pacífico, sin detener las áreas de influencia y de oportunidad para abrir nuevas rutas comerciales y convenios que favorezcan el crecimiento y desarrollo de estas naciones.
Implica un mensaje claro para que se fortalezca las inversiones en el campo de la formación profesional y capacitación laboral en los sectores industriales y empresas, ejecutando y llevando a cabo, programas que promuevan nuevas capacidades y habilidades científicas, tecnológicas, incluyendo las socioemocionales y de gestión organizacional y de la calidad, como ejes fundamentales para el logro de dicha transformación en innovación deseada con vistas a un mejor horizonte de común acuerdo entre todos, porque esto importa salvaguardar lo que vamos a heredarles a las nuevas generaciones, y preservar los valores culturales que nos hacen más humanos para cimentar las bases sustentables de nuestra supervivencia.
Dejemos, por lo tanto, el espacio abierto para enriquecer estas reflexiones con miras a extender las múltiples dimensiones con las que seguimos pensando construir ese mejor mundo. De nada sirve seguir fracturados en bloques de interés por la ambición personal o visiones mesiánicas trasnochadas que ya no tiene cabida en estos tiempos de conflictos y enfrentamientos, nos vemos obligados a trascender esta situación, no lo creen.
Comentarios
Publicar un comentario
Se solicita que los comentarios y argumentos sobre las publicaciones de este blog sean: propositivos, reflexivos, críticos, con aportaciones pertinentes en el ámbito de la tecno-pedagogía y la educación del siglo XXI.