Transformación digital y sociedad: La IA como catalizador del cambio (1a parte)
El tema que vamos a abordar como cierre de publicaciones del blog para el 2024, la dedicamos sobre lo que está trayendo en consecuencia la transformación digital y su relación con la sociedad, considerando a la inteligencia artificial (IA) como importante catalizador del cambio que actualmente estamos ya experimentando, especialmente las personas que podemos tener la oportunidad y acceso a estas herramientas digitales. Es parte de una experiencia personal.
La inteligencia artificial está redefiniendo fundamentalmente la forma en que nos relacionamos como sociedad del siglo XXI. Este cambio no es simplemente tecnológico; representa una transformación profunda del tejido mismo de nuestras interacciones sociales. En ese sentido, en la actualidad nuestras interacciones están cada día más mediadas por sistemas de IA. Desde los algoritmos que determinan qué contenido consumimos en las redes sociales hasta los asistentes virtuales que nos ayudan en tareas cotidianas, la IA está presente en casi cada aspecto de nuestra vida social. Sin embargo, habría que observar las paradojas que trae consigo en relación a la conectividad.
La IA ha creado una paradoja interesante: mientras nos permite estar más conectados que nunca también puede contribuir al aislamiento social. Las interacciones digitales, aunque convenientes, pueden carecer de la profundidad emocional que caracteriza al contacto humano directo. Aunque se considera que los impactos positivos tales como, la facilitación de conexiones globales sin barreras geográficas, mejora en la accesibilidad para personas con limitaciones físicas pueda crearles algunos beneficios importantes, o con respecto a la creación de nuevas formas de expresión y comunidad digital, contribuye en cierta manera, a la personalización de experiencias sociales.
Pero, por otro lado, se prevé que traiga consigo algunos desafíos emergentes: una dependencia excesiva de la tecnología en las relaciones interpersonales, una pérdida personal de habilidades sociales tradicionales, fomento a la creación de brechas digitales que pueden ampliar las desigualdades sociales, lo cual puede traer en consecuencia, preocupaciones sobre la privacidad y autenticidad en las interacciones (S. Zuboff, 2024).
Esta situación en particular de la línea entre lo publico y lo privado, se está desdibujando. Los espacios digitales se han convertido en nuevas ágoras donde se desarrolla gran parte de nuestra vida social, política y cultural (K.Crawford, 2023). Esta transformación plantea preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la comunidad y la identidad en la era digital, porque, a medida que la IA continua evolucionando, debemos encontrar un equilibrio entre aprovechar sus beneficios y preservar la autenticidad de las conexiones humanas. La clave está en utilizar la tecnología como un complemento, no como un sustituto, de las interacciones humanas significativas.
Si pensamos que la transformación social impulsada por la IA no es considerado como un fenómeno pasajero, sino un cambio fundamental en la forma en que nos relacionamos como especie. El desafío está en adaptarnos a esta nueva realidad mientras mantenemos nuestra humanidad esencial y fortalecemos los vínculos que nos definen como seres sociales. La verdadera medida del éxito de la IA en la transformación social no sólo será su capacidad técnica, sino su habilidad para enriquecer y fortalecer las conexiones humanas significativas.
En la segunda parte de esta reflexión y análisis socio y tecno pedagógico, se abordará sobre la llamada revolución cultural que la IA se representa como agente de cambio en la producción y consumo cultural. Por lo pronto, revisen esta publicación y aporten ideas y comentarios para enriquecer su análisis.
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