La Cuarta Discontinuidad y el Futuro de la Humanidad: Más Allá del Antropocentrismo (1a parte)
Como tema nuevo, para estrenar el 2025, después de haber tenido un 2024, año intenso a nivel mundial lleno de conflictos geopolíticos y militares, lo tenemos en concreto con: Ucrania versus Rusia, Israel versus países islámicos de Medio Oriente, China versus Taiwán, y para la región de Latinoamérica, enfrentados principalmente por gobiernos autócratas populistas, asociados con organizaciones del crimen organizado, como ejemplos que se concatenan con los mencionados, mismos hechos que han repercutido de manera considerable en una serie de conflictos armados e incremento de mortalidad debido a los estados de riesgo e inseguridad perpetrados en la población, debido en parte, por múltiples actos de violencia y control de territorios entre las propias bandas criminales coludidas con los gobiernos dictatoriales en turno. Pensemos que este clima va a continuar para el presente nuevo año y los siguientes, como parte de lo que puede vislumbrarse en el futuro de la humanidad entre nubarrones de diferente intensidad. Es parte de lo que vamos a abordar a continuación, pero más relacionado con los avances de la tecnología y sus posibles repercusiones en la humanidad del presente siglo.
El autor de esta teoría que vamos a mencionar, es también parte fundamental de una publicación importante, por el reconocimiento de su riqueza profesional e intelectual, y por la visión del análisis y reflexión sobre la relación entre los humanos y las máquinas que han transformado la comprensión de nosotros mismos y del mundo. Nos referimos a Bruce Mazlish (1923-2016), el cual fue un historiador, filósofo intelectual estadounidense conocido por sus contribuciones interdisciplinarias que abordaron complejas interacciones entre la historia, la psicología, la cultura y la tecnología. Fue profesor de historia del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) durante gran parte de su vida académica, el cual se destacó por su enfoque innovador, combinando perspectivas psicológicas, científicas y filosóficas para explorar temas relacionados con la historia de la revolución científica y tecnológica, señaladas en sus publicaciones, como elementos que según afirma en sus postulados, han transformado la percepción humana del mundo y de sí mismos.
Esto lo podemos apreciar en su importante publicación titulada "The Fourth Discontinuity: The Co-Evolution of Humans and Machines" (1993), es decir, lo que Mazlish reflexionó a la idea de la Cuarta Discontinuidad, que hemos retomado para esta publicación como tema de abordaje. Lo que explora el autor en el libro, argumenta que la humanidad ha pasado por varias "discontinuidades", a lo largo de la historia. Momentos en los que muestra como la percepción sobre la posición del ser humano en el universo ha cambiado de manera drástica.
Para Mazlish (1993), la Cuarta Discontinuidad, ocurre cuando los humanos han comenzado a reconocer que no somos totalmente diferentes a las máquinas que han sido creadas por nosotros mismos. Este concepto desafía la visión tradicional de la humanidad como algo separado y superior a las herramientas y tecnologías que utiliza. En ese sentido, el autor analiza cómo esta co-evolución entre humanos y máquinas impactan en nuestra identidad, ética y cultura y por lo tanto, en lo que actualmente estemos creando del futuro.
Divide las discontinuidades en diversas etapas históricas: a) Primera discontinuidad: La revolución de Copérnico, que logra desplazar a la humanidad del centro del universo, desafiando la visión antropocéntrica; b) Segunda discontinuidad: Teoría de Darwin, mostró que los humanos no son de origen divino separado, sino que comparten un proceso de evolución con otras especies; c) Tercera discontinuidad: El Inconsciente de Freud, en la cual se revela que gran parte de la mente humana está fuera del control consciente; y, d) Cuarta discontinuidad: Humanos-máquinas, donde se reconoce que no existe diferencia inherente entre humanos y las máquinas que hemos creado como civilización, dado que dichas máquinas pueden replicar funciones humanas relacionadas con el pensamiento, la comunicación y, potencialmente la creatividad.
Es parte de lo que ya podemos experimentar con el desarrollo de la inteligencia artificial, exclusivamente lo que se promovió el año 2024 con diversos eventos de los CEOs representantes líderes de la megacorporaciones dedicadas a esta importante producción automatizada y digitalizada: Open AI (ChatGPT 4-o), Antropic (Claude 3.5 Sonnet, Haiku), Google (Gemini 1.5 Pro, Gemini 2.0 Flash), Facebook (Meta AI, Llama 3.1-405B), etc., porque siguen apareciendo nuevos modelos, prototipos y gran cantidad de aplicaciones, con las que se van a incrementar durante el 2025, y de aquí en las siguientes décadas del siglo XXI.
Rescatemos de la aportación reflexiva de Mazlish, los puntos críticos a sus postulados de su libro representativo. En la relación simbiótica entre humanos y máquinas, el autor señala que los humanos no solo crean máquinas como herramientas, sino que se transforman así mismo en el proceso. Si las máquinas afectan nuestro modo de pensar, trabajar y relacionarnos con el mundo. ¿Estamos perdiendo nuestra humanidad al delegar funciones esenciales a las máquinas? ¿O estamos evolucionando hacia algo nuevo o híbrido?
Sobre la idea de la identidad humana frente a las máquinas, Mazlish cuestiona el significado de ser humano, puesto que, con el avance de la inteligencia artificial (IA) y la tecnología misma, la línea entre humanos y máquinas se vuelve borrosa, puesto que si las máquinas pueden ya realizar tareas tradicionalmente hechas por humanos, como razonar o crear arte. ¿Qué nos distingue realmente de ellas?
Desde el ámbito de la ética y responsabilidad tecnológica, el autor plantea preguntas éticas sobre el desarrollo y uso de las máquinas cuando estas adquieren capacidades avanzadas, ¿cómo deberíamos tratarlas? ¿Qué responsabilidad adquiriríamos, si las propias creaciones podrían ser capaces de superarnos? entonces, ¿deberíamos establecer límites al desarrollo de las tecnologías?, finalmente ¿Quién se haría responsable de las consecuencias (positivas y negativas) de estas innovaciones?
En la evolución mutua de humanos y máquinas, el autor comienza por vislumbrar un nuevo antropocentrismo donde las máquinas no solo se adaptan a nuestras propias necesidades, sino que también moldean la cultura, las habilidades y formas de pensar. La reflexión crítica plantearía si ¿estamos diseñando máquinas que potencien nuestras capacidades o que puedan ser capaces de hacernos dependientes de ellas?
Mazlish critica a los humanos en el sentido de pensar de manera ilusoria el hecho de controlar totalmente a las máquinas, porque a medida que estas se vuelvan más complejas, su funcionamiento y decisiones podrán escapar a nuestra capacidad de entendimiento, comprensión o supervisión. Nos lleva a una siguiente formulación: ¿Qué pasará cuando las máquinas sean más inteligentes que nosotros? Entonces, ¿esto cómo cambia esa dinámica de poder entre humanos y la tecnología?
Por último punto crítico a considerar, es sobre la posible "deshumanización" a través de la tecnología. Señala el autor, que la tecnología incluso, puede reducir nuestras interacciones personales y nuestra conexión con el mundo natural. Mazlish cuestiona si el progreso tecnológico es equivalente a un progreso humano, y plantea lo siguiente: ¿Estamos sacrificando aspectos esenciales de nuestra humanidad en nombre de la eficiencia y el avance tecnológico?
Si como señala el autor, "la Cuarta Discontinuidad", llega a afectar nuestra filosofía, cultura y visión del futuro, habría que considerar también, una redefinición de la creatividad, porque con los avances de la tecnología, esta desafía nuestra percepción de la creatividad como algo único de los humanos. Sobre todo, si existe el miedo al reemplazo de los humanos por la máquinas, en aspectos clave del trabajo, la toma de decisiones y la innovación. Sería un tema relevante a ser tratado en los foros de discusión de expertos en la materia, junto con gobernantes de los países y directivos de estas empresas tecnológicas dedicadas a la creación de máquinas inteligentes.
La sugerencia de este historiador filósofo, nos invita a ser parte de una tarea a seguir, el hecho de no temer a las máquinas, porque deberíamos aprender a coexistir con ellas y reconocerlas como una extensión de nuestras capacidades cognitivas. ¿Este punto no les hace rememorar a Vygotsky (1934) sobre lo que este pedagogo ruso planteaba sobre la Zona de Desarrollo Próximo (ZDP) y las capacidades para desarrollar herramientas psicológicas asociadas al desarrollo del lenguaje y del pensamiento?, porque posibilitan su aprendizaje y dominio para apropiarse de la comprensión de los símbolos y los sistemas culturales, que dotan y ayudan al desarrollo de las capacidades humanas, y lo cual permite replantear, como en esta fase del avance de lenguajes automatizados de entrenamiento utilizados por las IA, son parte de dichas extensiones humanas. Un tema fascinante de investigación y aplicación sin duda alguna.
En el segundo apartado, compararemos cómo es considerada la concepción de esta "Cuarta Discontinuidad", en la visión reflexiva de otros autores como Bruno Latour (1991), y sus postulados de reflexión en torno a la crítica de la modernidad, su concepto de lo que este autor describe como "híbridos" (mezclas de naturaleza y cultura), sobre su crítica a lo que el autor denomina como constitución moderna, su análisis sobre las redes y actores, y su propuesta alternativa; asimismo, las posturas propias críticas de Sherry Turkle (2011), a través de su libro, "Alone Together", donde reflexiona acerca de la sustitución de las relaciones humanas por la tecnología y la ilusión de compañía que no logra satisfacer las necesidades emocionales profundas, y crea un aislamiento social importante; la exploración profunda sobre las implicaciones filosóficas existenciales del hecho de vivir en un mundo donde la IA ha traído ciertos beneficios a la humanidad, porque según el autor ha logrado resolver problemas fundamentales de la humanidad, esto lo plantea Nick Bostrom (2024) con su libro, "Deep Utopia: Life and Meaning in a Solved World", son parte de los autores que se irán revisando, con otros para cerrar el tema abordado en la tercera parte.
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