De las redes sociales al mundo vigilante de los metaversos (3a. parte)

Volvemos a recuperar la publicación, por motivos de vacaciones y fiestas familiares decembrinas, ya no pudimos continuar con la reflexión y análisis sobre el impacto de las redes sociales y su reciente cambio hacia el uso de los llamados metaversos, empleado como sistemas de vigilancia social-cultural y político-económica, cuyas empresas de la economía virtual y las élites del poder internacional, han puesto en juego sus tentáculos para configurar mediante vastas redes neuronales artificiales creadas por lenguajes algorítmicos digitales que se dedican a crear entornos virtuales donde las personas ya pueden tener acceso a un sinnúmero de ofertas audiovisuales interactivas, gracias a la interfaz e interacción de avatares configurados por aplicaciones diversas que en el mediano plazo, ya podrán entonces, tener acceso la mayoría de la gente que pueda  estar conectada a un vasta red neuronal artificial, donde podrán adquirir bienes y servicios, ofertas diversas de consumo y control de conductas y hábitos, voluntades y procesos de pensamiento acordes a la fuente de inteligencia artificial que predomine en esos momentos en los entornos virtuales.



En forma paralela, este tipo de empresas de la era digital, tendrán que organizar formas de vigilancia remota mediante metabuscadores de reconocimiento, dactilar ocular y facial, donde estará contenido información de cada persona: familia, lugar donde habita y labora, lugares que frecuenta, tiendas y zonas donde consume productos, formas de pensamiento que, inclusive, puedan controlarse a través de códigos y señales que permitan manipular los entornos oníricos, creando de esta manera, escenarios y guiones planificados que se acompañen de historias breves y guiones que les permitan a los sistemas de vigilancia, detectar posibles anomalías que puedan en un momento, detentar en contra del establishment, y pueda considerarse a dicha persona como presunto sujeto valorado como de cierto nivel de riesgo, y aun cuando esto no exista en el mundo real, se pueden crear narrativas que alteren la vida de las personas que sean identificadas como presuntos revoltosos que quieren alterar el orden preestablecido, incluso ser monitoreado por el uso de tarjetas, correos electrónicos, estados de cuenta en bancos y centros comerciales, celulares, y por otros equipos de cómputo de uso cotidiano. El hecho es, que tal como lo vinieron ironizando en sus diversas novelas de ciencia-ficción, el escritor norteamericano Philip. K. Dick, el control y vigilancia de los sueños de las ovejas electrónicas, o en el Neuromante de Gibson, muestran un perfil de la sociedad líquida automatizada del siglo XXI, donde los individuos se asumen como los propios vigilantes explotadores cognitivos en una sociedad del cansancio como lo expresa reflexivamente Chun Han. 

Estamos en un punto crucial de la humanidad donde el acto de vigilar y ser vigilado, se convierte en un claro síndrome del nuevo malestar de la cultura, una demencia esquizofrénica de oscuro dominio que comienza a prevalecer y ser parte del Alka-Seltzer que revuelve las mentes y los corazones de la población que habitan principalmente en las grandes urbes, donde todo sucede al mismo tiempo en paralelo con lo que decidan y tomen resolución desde bunkers fabricados por los grandes controladores del mundo que están detrás de los gobiernos, y son mucho más poderosos con sus telones corporativos, donde se crean marcas, patentes y manufacturas, donde mantienen el punto de equilibrio de las economías en manos de quienes, cada vez carecen de humanidad y son transferidos por otro tipo de entidades y formas de esclavitud adaptadas para estos tiempos presentes y venideros llenos de penumbras e incertidumbre, como parte de un plan maestro orientado por el Nuevo Orden Mundial que ya está circunnavegando la estratósfera con cientos de satélites en enjambres que recorren en poco tiempo el planeta, y dan cuenta de la situación y de los posible panoramas que puedan beneficiarles para mantener su status quo en el mundo. 

Mientras las poblaciones se enfrentan a los embates cada vez más violentos de los elementos que quieren mantener el equilibrio, y sin embargo, aparecen señales de desequilibrio y desestabilización, como parte de ese proceso de disolución y extinción inminente, si los controladores porque así lo han decidido que suceda, porque ni ellos lo tienen resuelto, aun cuando ya prepararen el abandono y salida de emergencia de la Tierra, saben ya de antemano que las cosas van a empeorar si no detienen su enorme maquinaria tecnológica que quiere ser la que tome posesión en contra de la propia naturaleza, y quiera sustituir mediante estructuras artificiales cibernéticas y robóticas (transhumanistas) a la humanidad, como ya fue tocado este tema en publicaciones anteriores, pero se insiste que la humanidad se prepare en colectivos para estos eventos que ya pueden estar en contra de su propia evolución biológica-espiritual. Ese es el dilema abierto de las grietas que ya empiezan a manifestarse. ¿Estamos preparados para asumir nuestra responsabilidad para salvaguardar a las nuevas generaciones del desastre que viene?

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