Filosofías de la Libertad Espiritual: retos y desafíos en la era digital (1a. parte)

De nuevo inicio una publicación que nos parece trascendental, dados los tiempos recientes donde se muestra el mundo y su humanidad en una diatriba llena de caos, desorden y desequilibrio planetario, un punto crucial en segunda versión llamemosle así, como ya lo habían vaticinado en su momento, Fritjof Capra (1985), o Edgar Morin (1983, 2000) entre otros, nos antepone ante un panorama con nubarrones a la distancia, de incertidumbre sombrío y distópico, tal como lo muestran también en sus discursos narrativos de ciencia ficción, Aldous Huxley (1932), Un mundo Feliz; Bradbury (1948) Farenheit; Orwell (1949) con su novela 1984; Bernard Wolfe (1952), con Limbo, novela ya considerada como parte de la segunda fase distópica de la ciencia ficción; otros ejemplos de esta corriente literaria lo tenemos con la obra conjunta de Frederic Pohl y Cyril Kornbluth (1953), Mercaderes del Espacio; las aportaciones significativas a este género en la narrativa de Ursula K. Lewin, recien fallecida en 2018, galardonada con varios premios importantes y candidata al premio Nobel, de la cual podemos citar entre sus novelas más representativas, la serie de libros de Terramar (1968-2001), Los Desposeidos (1974), o la novela que le sirvió como expresión de protesta en contra de la guerra en Vietnam, El nombre del mundo es bosque (1972); Arthur C. Clarke (1953), con su novela esperanzadora, pero a vez trágica para la humanidad, El fin de la infancia; o la saga de los robots y de los imperios y fundaciones galácticas de  Asimov (1950, 1951, 1952, 1953, 1983, 1985), etc. Son algunos ejemplos, de cómo desde la literatura contemporánea, nos pueden ilustrar, lo que ya comenzamos a presenciar en la segunda década del presente siglo XXI. 


Es parte de lo que en esta publicación abordaremos en tres apartados reflexivos, como ha sido mostrada en anteriores publicaciones. En este caso, se analizan los discursos filosóficos entre dos corrientes de pensamiento que, al parece, son dicotómicos y antagónicos ambos. Por un lado, tenemos, a lo que anteriormente el filósofo hermeneuta Whilhem Dilthey, denominó como Ciencias del Espiritu, con lo cual hacía mención sobre la importancia de comprender desde las ciencias de la naturaleza y del espíritu: la historia, la política, la jurisprudencia, la literatura, y por otro lado, las artes como manifestación humana relacionda con la creatividad y la cultura imperante que le toco vivir en su tiempo de cambios histórico sociales, en ese sentido, se retoman para el presente tema, las ideas expresas fundamentales de un importante intelectual alemán, que se dice en su biografía, fue ingeniero agrícola, filósofo, pedagogo y un febril buscador de las llamadas ciencias esotéricas, muy orientadas a la búsqueda y entendimiento profundo de las raíces del cristianismo místico, misma idea que lo oriento para concebir lo que este notable pensador denominó como la antroposofía

Nos referimos a Rudolf Steiner, cuya obra escrita seleccionada para el presente análisis, es su texto  de recomendable revisión y consulta denominado La Filosofía de la Libertad, fundamental en parte, para comprender lo que fueron esencialmente sus proyectos pedagógicos (pedagogía Waldorf), vinculados a la formación integral del cuerpo, la mente y el espíritu, con una fuerte carga hacia lo que este pensador vino a conformar y concebir como el cristianismo esotérico, lo cual, marcan de manera importante en sus planteamientos educativos principalmente, y en sus búsquedas introspectivas hacia la construcción idealizada del hombre espiritual, cargado de un fuerte significado profundo esotérico a través de su concepción de la Ciencia Espiritual Antroposófica como corriente de pensamiento que estuvo, de alguna manera asociada con las ideas fundamentales teosóficas de Madam Blavatsky, la masonería rozacruz, y los movimientos espirituales que marcaron una época trascendente durante el s. XIX, era de la revolución industrial en apogeo, surgieron una corriente depensadores importantes inclinados hacia estas corrientes filosóficas herméticas espirituales. 

Esto será aborado con mayor amplitud en la segunda publicación sobre este tema en particular. De esta manera, lo que define el llamado espiritualismo filosófico en Steiner, es a través del conocimiento de los mundos superiores y la detenida observación del pensamiento (conciencia supracósmica, cognición suprasensible): "...El hombre tiene el poder de perfeccionarse y de transformarse completamente con el tiempo. Pero esta metamorfosis debe consumarse en su vida más íntima, la de los pensamientos..." (Rudolf Steiner, La Iniciación, 1999, p.14). Una de las ideas fundamentales de dicha ciencia antroposófica, es que sea el individuo a través del autoconocimiento que conduce al hombre para lograr que dicho espíritu lo conduzca hacia una conciencia universal. Ese sería el reto y desafío para la humanidad de la era digital, podrá lograrlo? 

La contraparte de esta corriente de pensamiento filosófico, es la nueva tendencia hacia las ideas asociadas que comienzan a imperar en la sociedad contemporánea del presente siglo, y especialmente con mayor énfasis, a partir de esta década. Nos refereimos al auge desbordado por la hipercultura tecnológica digital, como la denomina y reflexiona el filósofo coreano berlinés, Byung Chul Han (2018) hacia los objetos y aditamentos, artefactos creados de la tecnología, y en su visión crítica inclinada a mostrarnos lo que las grandes empresas tecnológicas, basadas en la digitalización tienden de cierta manera a un proceso consecutivo orientado hacia la construcción transhumanista, a través de la inteligencia artificial, tema que hemos venido abordando en anteriores publicaciones. 

Tomaremos en cuenta otros tres autores contemporáneos que van a representar desde dicha visión crítica, lo que las grandes corporaciones tecnológicas de la llamada cuarta transformación de los conocimientos, nos venden mediáticamente y a través de las redes sociales, sobre la era digital y sus posibles consecuencias disruptivas para la humanidad, cuya reflexión crítica nos advierten sobre los impactos sociales, culturales, políticos, económicos y educativos entre otros. Uno de ellos es el filósofo Bernard Stiegler (2018, 2019)  y su concepción sobre la transformación antropológica acelerada por la tecnología y el acelerado y esquizofrénico motivo por crear y manipular datos para automatizar procesos, esto el autor lo identifica como antropocentrismo negantrópico, como elemento de lo que el autor,  denomina como era de la disrupción tecnológica, y de la locura generada por el capitalismo computacional. 

El segundo autor que tomaremos en cuenta por sus aportaciones sobre la incorporación del procesamiento de datos y sus implicaciones en lo que él iidentifica y analiza, sobre la sociedad del cansancio, de la transparencia, la hiperculturalidad, considerado ya, como corriente de pensamiento filosófico académico principalmente, es B. Chul Han (2012, 2014, 2015, 2018). 

Y, finalmente, Eric Sadin (2020) que analiza y expone en su crítica, especialmente sobre los impactos sociales, económicos, políticos de la enorme producción de las empresas dedicadas a procesos de computación y procesos de algoritmización, establece este autor como elementos conceptuales teóricos que definen, y de cierta manera, se conjuntan y entrelazan sus reflexiones propias en estos autores, una visión que represesenta en sí, la construcción de una sociedad feliz automatizada, controlada y vigilada las 24 horas del día y los 365 días del año, aunque el tiempo y el espacio quedan alterados y previamente programados y calculados, como estrategias de prevención y manipulación mental y alteración cognitiva, del campo perceptivo y emocional de las personas, la utopia perfecta para la inteligencia colectiva integrada a un proceso de cibercultura (Pierre, Levy, 2004, 2007), parte sustantiva de la fase evolutiva de un siguiente escalón evolutivo, dirían los antropólogos de la cultura, pero tendientemente forzado por intereses de las grandes élites y corporaciones (gobierno profundo); a su propia visión distopica en tiempos de crisis y deterioro humano; la peligrosa perdida del alma y conciencia, acompañada de una inminente catástrofe ambiental a nivel mundial, que intenta dar una explicación como reflejo y espejo de porqué la humanidad actual está perdiendo su centro primordial y se esfuma la posibilidad de encontrar de nuevo la cuadratura del círculo, por tal motivo, es urgente volver a encontrar en esa mente colectiva inteligente, el sendero hacia la luz del espíritu de la conciencia universal en su diferentes planos multidimensdionales, interdimensionales y transdimensionales. Es lo que será abordado en la tercera y última parte de esta publicación.

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