La Gobernanza de la IA y el Futuro del Empleo en el INEGI: Análisis del Impacto Socio-Laboral (3a parte)

 El análisis que se plantea en este último apartado va en relación a la sinergia humano-algoritmo, en el sentido de crear un marco de recomendaciones para la gobernanza de la IA y el futuro del empleo en el INEGI.

La confluencia de la estadística oficial y la inteligencia artificial representa un momento crucial en la evolución del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Como organismo público autónomo responsable de normar y coordinar el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG), la institución tiene la misión fundamental de generar y difundir información confiable sobre el territorio, la población y la economía de México para la toma de decisiones.

En este contexto, la adopción de la inteligencia artificial (IA) no es una mera actualización tecnológica, sino un imperativo estratégico y una profunda transformación cultural y organizacional.

 El impacto potencial de la IA en la fuerza laboral global, que podría afectar a casi el 40% de los empleos, subraya la urgencia de una gestión proactiva y reflexiva para que esta transición sea segura e inclusiva. El presente análisis propone un marco de recomendaciones para el INEGI, estructurado en tres escenarios temporales —corto, mediano y largo plazo—, con el propósito de catalizar un cambio cultural que no solo integre la automatización y establezca rigurosos indicadores de calidad, sino que también redefina el papel del capital humano en una nueva simbiosis con las capacidades algorítmicas. El objetivo final es fortalecer la institución y asegurar que su valiosa misión perdure en la era digital.

¿Cómo puede el INEGI reencuadrar la narrativa de la IA de una amenaza para el empleo a una oportunidad para la mejora profesional y el fortalecimiento de la institución? 

Mediante una comunicación transparente y un liderazgo visible que prioriza la capacitación y la recualificación sobre la automatización de puestos, posicionando a la IA como una herramienta que potencia las capacidades humanas en lugar de sustituirlas.

Las acciones iniciales, a implementar en un horizonte de 6 a 12 meses, deben centrarse en la gestión del cambio y el fomento de una cultura de experimentación. El principal obstáculo para la adopción de nuevas tecnologías en el sector público a menudo no reside en la infraestructura, sino en la resistencia humana al cambio. Una estrategia pragmática debe basarse en el modelo "Scan > Pilot > Scale" (Escanear > Pilotar > Escalar) para identificar y prototipar soluciones de bajo riesgo en áreas de alto impacto.

Para lograrlo, la presidencia del instituto y la Junta de Gobierno deben asumir un rol de liderazgo visible, fungiendo como los primeros en adoptar y promover las herramientas de IA, con el fin de modelar el cambio para el resto de la organización. Se recomienda la formación de un comité interdisciplinario para la transformación digital, con representación de los distintos subsistemas del SNIEG, incluyendo el Demográfico y Social, el Económico, el Geográfico, y el de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia.

Este enfoque de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba es crucial, ya que si bien la visión es impulsada por la alta dirección, el éxito de la implementación depende de la confianza y el empoderamiento de los equipos en todos los niveles.

¿Qué procesos o tareas administrativas y técnicas del INEGI son candidatas ideales para una primera fase de automatización asistida por IA? 

La automatización de la captura de datos de cuestionarios físicos mediante el Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR) o la digitalización y clasificación de documentos históricos y registros administrativos. Estas acciones liberarían a los capturistas de datos y al personal administrativo de tareas manuales y repetitivas, permitiéndoles reorientar su trabajo hacia funciones de mayor valor, como la validación y supervisión de los datos digitalizados.

Para que la transición sea fluida, la liberación de tiempo del personal debe ir acompañada de un programa de capacitación inmediata y transversal. En un mundo donde la IA generativa se está integrando rápidamente en las tareas cotidianas, es fundamental lanzar una iniciativa de "alfabetización en IA" para todos los empleados. Para el personal administrativo y los capturistas, el enfoque debe estar en el uso de herramientas de IA para optimizar la redacción de informes, resumir textos o gestionar documentos de manera más eficiente.

Para los técnicos e ingenieros de las áreas de análisis estadístico y geográfico, la formación debe centrarse en el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, curaduría de datos y la formulación de "prompts" efectivos para interactuar con modelos de lenguaje. Esta recualificación no solo mitigará la preocupación por la pérdida de empleo, sino que también posicionará a los empleados para roles de mayor valor estratégico.

Ante la inminente automatización de tareas, ¿Qué habilidades específicas deben desarrollar los capturistas de datos y el personal administrativo para asegurar su relevancia y crecimiento en la nueva estructura? 

Deberían ser recapacitados en roles de "curaduría y supervisión de datos" o "gestión del informante", donde su juicio humano sea crucial para validar la calidad de la información automatizada, corregir errores y atender directamente a las fuentes de datos a la ciudadanía. Esta transformación les permitiría pasar de ser meros operadores a validadores de la calidad de la información, un rol de mayor valor estratégico y menor riesgo de sesgo.

La automatización y la optimización de los procesos internos representan el siguiente paso lógico en esta fase. Al aplicar la automatización robótica de procesos (RPA) y el análisis de datos masivos (Big Data Analytics) a la gestión de los registros administrativos y la producción de informes, el INEGI puede lograr eficiencias rápidas y visibles.

Estas herramientas permiten procesar documentos y datos con mayor velocidad y precisión que los métodos manuales, lo que reduce la carga de trabajo, minimiza los errores humanos y mejora la toma de decisiones basada en datos. El verdadero valor de esta etapa no es solo la eficiencia, sino la liberación de recursos humanos para que puedan dedicarse a actividades más complejas y estratégicas, como la formulación de políticas y la interacción con los ciudadanos.

¿Cómo pueden los ingenieros de las áreas de análisis estadístico y geográfico utilizar la IA para mejorar la calidad y la puntualidad de la información producida por el INEGI? 

Usando herramientas de IA para la estandarización e integración de datos de diversas fuentes, la detección de anomalías en los conjuntos de datos masivos y la revisión de la coherencia interna de la información.

Esto les permitiría centrarse en el análisis avanzado, la interpretación y la validación de la información, en lugar de en la limpieza de datos, un paso crucial para la calidad en cualquier oficina de estadística.

Una vez establecidas las bases de la adopción de IA, el INEGI debe formalizar un marco integral de gobernanza en un horizonte de uno a tres años. La gobernanza de la IA no es solo un conjunto de procesos para la toma de decisiones, sino un pilar para generar confianza pública. Este marco debe ir más allá del mero cumplimiento legal y alinearse con principios éticos internacionales, como los propuestos por la OCDE (que incluyen transparencia, seguridad y rendición de cuentas), la UNESCO (que enfatiza la protección de los derechos humanos y la transparencia)y la ONU (que promueve un enfoque global e inclusivo).

La implementación de este marco requiere la designación de un "oficial de gobernanza de datos" para supervisar la calidad, la protección y el acceso a los datos. El rol de este oficial y sus equipos será fundamental para garantizar que los sistemas de IA se desarrollen y utilicen de manera responsable, mitigando los riesgos inherentes de servicios, privacidad y transparencia.

¿Qué rol deben desempeñar los expertos en asuntos jurídicos y los especialistas en protección de datos del INEGI para establecer un marco de gobernanza sólida y ética en la era de la IA? 

Deben liderar la creación de políticas internas que garanticen la privacidad y la seguridad de la información, con un énfasis en la anonimización de los datos y el cumplimiento de la normatividad nacional e internacional. Su trabajo es asegurar que el derecho humano de acceso a la información pública y se equilibre con la protección de datos personales.

Con la automatización de tareas, los perfiles laborales deben reconfigurarse hacia funciones de mayor valor añadido. El miedo a la pérdida de empleo, aunque significativo, puede ser mitigado al reorientar las funciones y capacitar al personal para que utilice la IA como una herramienta de apoyo, en lugar de verla como un sustituto. Los ingenieros y analistas, liberados de la limpieza y procesamiento manual de datos, se enfocarán en el diseño, entrenamiento y validación de modelos de IA, así como en la creación de narrativas significativas a partir de la información.

Los subdirectores y gerentes de los subsistemas del INEGI, por su parte, se transformarán en "líderes de habilitación de IA", responsables de identificar nuevas oportunidades de aplicación y de gestionar adecuadamente equipos híbridos compuestos por humanos y algoritmos.

¿Cómo se pueden reconfigurar los roles de los analistas de datos e ingenieros de la institución para que no sean reemplazados por la IA, sino que lideren su implementación? 

Reorientando sus funciones hacia la curaduría de datos de alta calidad, la formulación de hipótesis complejas, la verificación de la equidad y la explicabilidad de los algoritmos y la interpretación estratégica de los resultados para la toma de decisiones. Estos roles, que requieren el pensamiento crítico y el juicio humano, son fundamentales y no pueden ser replicados por las máquinas.

Los datos son el "mayor activo" para la inteligencia artificial y su calidad es el requisito fundamental para el éxito. Por ello, en esta fase, el INEGI debe invertir en una estrategia de datos unificada que garantice la interoperabilidad entre sus distintos subsistemas. Esto implica la creación de un lago de datos (data lakehouse) centralizado y la normalización de los conjuntos de datos, asegurando su relevancia, exhaustividad, precisión y puntualidad.

Un enfoque robusto en la gobernanza de datos es crucial para mitigar el riesgo de que los modelos de IA produzcan predicciones inexactas o sesgadas, lo que podría socavar la credibilidad de la institución. Al fortalecer la calidad de los datos, el INEGI no solo habilita su transformación, sino que también protege su activo más valioso: la confianza del público.

¿Qué estrategias concretas debe tomar el INEGI para transformar sus bases de datos existentes en activos "listos para la IA" que permitan análisis más profundos y la integración de medidas de fuentes no tradicionales? 

Adoptar un marco de gobernanza de datos para definir la propiedad, políticas y procedimientos de gestión de la información; implementar herramientas de perfilado y limpieza de datos para identificar y corregir anomalías; y crear una infraestructura tecnológica que permita la integración y sincronización en tiempo real de la información de todos los subsistemas.

Una vez que los datos y los perfiles laborales están alineados, el INEGI puede escalar los proyectos piloto a gran escala. La institución debe lanzar iniciativas de IA en áreas críticas como la detección de anomalías en los censos económicos, la optimización de rutas para el trabajo de campo o la mejora de los servicios de información a través de chatbots. Es fundamental que los resultados de estos pilotos sean evaluados de manera rigurosa, no solo en términos de eficiencia, sino también de impacto en el usuario y en la calidad del servicio.

La publicación transparente de los hallazgos, junto con el reconocimiento público de los equipos responsables, es la herramienta más efectiva para mitigar la resistencia al cambio y generar impulso para una adopción más amplia. La colaboración con socios externos y la academia también puede acelerar este proceso, aprovechando el conocimiento especializado y las mejores prácticas globales.

¿Cómo puede el INEGI utilizar proyectos piloto exitosos para mitigar la "resistencia al cambio" y generar impulso para una adopción más amplia de la IA? 

Publicando de manera transparente los resultados, incluyendo los ahorros de costos, la mejora en la calidad y el tiempo liberado para los empleados. Además, debe reconocer públicamente a los equipos que lideraron el proyecto. El éxito de estos pilotos sirve como la prueba de concepto más poderosa, demostrando que la tecnología funciona y beneficia directamente a la organización y a sus empleados.

En el largo plazo (3-5 años en adelante), el INEGI debe institucionalizar un proceso de auditoría de sus algoritmos. Este paso es crucial para asegurar que los sistemas de IA no perpetúen o, peor aún, amplifiquen los sesgos sociales o económicos presentes en los datos históricos. La auditoría debe ser un proceso continuo y multidisciplinario, involucrando a expertos en ética, sociología y derecho, además de los técnicos.

El objetivo es garantizar que las decisiones automatizadas, como la asignación de recursos para un censo o la corrección de datos, sean justas y equitativas para todos los segmentos de la población. La auditoría algorítmica es un mecanismo fundamental para traducir principios éticos en acciones prácticas y un elemento básico de la gobernanza algorítmica en el sector público.

¿Qué metodología debe adoptar el INEGI para auditar sus algoritmos de manera que se detecten y mitiguen sesgos, protegiendo así la integridad y la representatividad de la información estadística? 

Implementar un marco de auditoría sistémica que verifique la diversidad e inclusión de los datos de entrenamiento., evalúe el impacto dispar de los modelos en diferentes subgrupos demográficos, y promueva la transparencia y la explicabilidad de los modelos. Este enfoque iría más allá de la simple "precisión" técnica y mediría la "equidad" del sistema.

El éxito de la transformación digital debe medirse con métricas claras que se vinculan a la misión fundamental de la institución. En esta fase, el INEGI debe establecer un marco de Indicadores Clave de Desempeño (KPIs) de calidad para sus sistemas de IA. Este marco debe incluir métricas de eficiencia (reducción de tiempo de procesamiento, tasa de errores), de calidad del modelo (precisión, coherencia, explicabilidad), y de adopción por el usuario (tasa de uso, satisfacción de los empleados). Estos KPI deben ser monitoreados de forma continua y sus resultados deben ser un insumo para la mejora continua del sistema.

La medición del impacto es crucial para justificar el valor de las inversiones en IA y para asegurar que la tecnología contribuya a la misión de la institución, en lugar de solo ofrecer ganancias de eficiencia a corto plazo.

¿Cuáles son los indicadores de calidad y rendimiento más críticos que el INEGI debe establecer para evaluar el valor de sus inversiones en IA? 

Indicadores como la "tasa de adopción de la herramienta de IA por empleado", el "tiempo promedio de resolución de consultas" por chatbots, el "índice de equidad algorítmica" y el "impacto de la IA en los resultados del negocio a largo plazo". Estas métricas, en lugar de solo enfocarse en la eficiencia a corto plazo, demuestran cómo la IA contribuye a la misión de la institución y a la mejora del bienestar social, una cadena de causalidad que debe ser cuidadosamente articulada. 

La visión a largo plazo es que el INEGI se posiciona como un "Centro Inteligente de Estadística 4.0", no solo como un productor de datos, sino como un líder en la inteligencia de datos a nivel nacional e internacional. Esto implica la inversión continua en investigación y desarrollo interno, la colaboración con la academia y el sector privado, y la creación de un "ecosistema de conocimientos propios". Al integrar la IA en su ADN, el INEGI puede pasar de ser un "historiador" de la realidad a un "predictor" de tendencias demográficas, económicas y sociales.

Este cambio de paradigma le permitirá proporcionar análisis predictivos y proactivos al Estado mexicano, habilitando una formulación de políticas públicas más ágil, informada y basada en datos en tiempo real. Con un liderazgo en la gobernanza de datos y la auditoría algorítmica, el INEGI reafirmaría su papel como organismo autónomo y confiable, fortaleciendo la legitimidad de su mandato y su papel en el desarrollo de la nación.

¿Cuál es el papel final del INEGI en la sociedad mexicana una vez que la transformación digital con IA sea un pilar fundamental de su operación? 

El INEGI se convertirá en un "socio estratégico de inteligencia" para el Estado mexicano, capaz de proporcionar análisis predictivos y proactivos sobre tendencias demográficas, económicas y sociales, habilitando una formulación de políticas públicas más ágil, informada y basada en datos en tiempo real. Esto elevaría el valor de la institución y su contribución al bienestar del país.

Comentarios